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Villarejo

José Manuel Villarejo Pérez es comisario jubilado de la Policía Nacional y a estas alturas seguro que todos quienes lean este artículo sabrán de quien se trata.

 

 

OCHO AGENTES DEL CNI CONTROLANDO A UN COMISARIO JUBILADO

 

Jose Manuel Sanchez Fornet
José Manuel Sánchez Fornet*

El digital OK diario del periodista Eduardo Inda, en exclusiva de Manuel Cerdán, uno de los mejores periodistas de investigación que hemos conocido en España, publica que el día 5 de julio, en la plaza Gabriel Miró de Madrid, Villarejo se disponía a comer con otras dos personas, una de ellas abogado relacionado con distintos servicios secretos de otros países, cuando descubrieron que estaban siendo seguido por ocho miembros del CNI. Había dos hombres al volante de dos coches y otros dos en sendas motocicletas, colocadas estratégicamente en las dos únicas salidas posibles de la plaza (la conozco bien porque allí he comido con Villarejo y otras personas), y dos parejas hombre-mujer, una paseando por el parque por si salían andando a través del mismo o por alguna calle en dirección prohibida para vehículos, y otra pareja en el restaurante, que tiene apenas ocho mesas en un único salón muy pequeño, sentadas en la mesa cercana a la de Villarejo, se supone que para grabar su conversación.

 

Villarejo y sus acompañantes llamaron a la jefatura superior de Policía sin decir que sospechaban que fueran agentes del CNI porque podían ser cualquier cosa, y se envió un coche a identificar a las personas allí apostadas; al llegar el coche policial los paseantes del parque intentaron escapar a paso ligero, siendo llamados por los policías para que se detuvieran. En ese momento se marcharon del lugar a gran velocidad los otros cuatro miembros motorizados. Los que estaban en el restaurante fueron fotografiados, aunque esa foto no se puede usar porque los espías están protegidos por una ley que declara un delito difundir la imagen o cualquier dato que pueda conducir a identificar a un miembro del CNI. Pero sí se puede aportar a la denuncia judicial.

 

La animadversión de este general hacia el policía que disputa al CNI que tengan el patrimonio de la información interna y externa del país, viene de lejos.

 

Los policías tomaron los datos de los agentes del CNI, y también constan las matrículas de los vehículos, que son camufladas, es decir, de un servicio oficial del Estado. Qué hacían ocho agentes del CNI con los mejores medios materiales y técnicos que hay en España controlando a un comisario jubilado es algo que nunca explicará su director, el general Sanz Roldán, hombre de confianza del rey emérito y a las órdenes de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, responsable política de las andanzas del general jubilado.

 

La animadversión de este general hacia el policía que disputa al CNI que tengan el patrimonio de la información interna y externa del país, viene de lejos. Se ha ido gestando a través de distintos encontronazos en los que la información trasladada por Villarejo no coincidía con la que trasladaba el general en nombre del CNI y acreditándose cierta la que facilitaba el policía. Los servicios secretos son muy poderosos, y el de España, por la falta de controles y otras circunstancias, más. El nuestro dedica lo que sea preciso en agentes, medios y dinero en proteger al Rey y al Rey Emérito, en las labores propias de defender y proteger los intereses del Estado, y también en prácticas heredadas de la dictadura que nunca dejaron de aplicarse.

 

Como es imposible recoger en un artículo como este con toda la extensión precisa como se gesta este asunto, digamos que la relación de un comisario nombrado jefe de la Unidad de Asuntos Internos por Cosidó ayudó a actuar contra Villarejo desde dentro de la Policía en complicidad con el CNI.

 

UNIDAD DE ASUNTOS INTERNOS MANDADA POR EL COMISARIO MARTIN-BLAS

 

Asuntos Internos es una unidad para investigar a policías. Esa fue la justificación para intervenir en el caso “emperador” o Gao Ping, donde se producen informes sin soporte real alguno que llevaron al banquillo a seis policías acusados de diversos delitos para los que se pedían varios años de cárcel que fueron absueltos por el tribunal. El fiscal que acusaba, Grinda, mantiene estrechas relaciones con el CNI y ha sido acusado recientemente en órganos judiciales de estar implicado en dos casos de redes de pederastia sin que, en dos años, se haya hecho una sola diligencia del asunto. La fiscal general del Estado Consuelo Madrigal tuvo conocimiento de ello sin mover un papel. Antes de acusar a estos policías, el jefe de Asuntos Internos, Martín-Blas, incluyó en diligencias a un hijo de Villarejo. De entre las decenas de miles de personas que compraban mercancías a los almacenes que traen material de China, por razones que se desconocen, incluyó al hijo de V que compraba allí para su negocio como si por ello cometiera una ilegalidad. No fue ni imputado. Siguieron tratando de implicar al comisario de Barajas, Carlos Salamanca, amigo de Villarejo, que al parecer preguntaba por personas, material y maletines que agentes del CNI entraban y sacaban por el aeropuerto, sin control ni garantía de que fuesen asuntos del servicio los que motivaban ese trasiego. Tras los correspondientes meses de filtraciones falsas, de escritos de abogados y policías que periodistas secuaces de la trama señalaban como decisiones judiciales, Carlos Salamanca fue declarado inocente y con un rapapolvo en la sentencia a la unidad de Asuntos Internos por la inconsistencia de sus argumentos. En este caso hay acta notarial y grabaciones de un ciudadano chino, citado en un restaurante cerrado por una agente del CNI, Maria, que le prometía buen trato si declaraba contra los policías. El seguimiento del teléfono de esta mujer la situaba los días posteriores en la sede del CNI y su voz se oía nítidamente; el diario EL MUNDO la colgó en su digital pero a las dos horas la retiró, supongo que amenazado por el CNI porque se identificaba a la espía por la voz. Ante estos hechos objetivos cabría preguntarse ¿alguien sabe qué hacia allí una espía reunida en secreto tratando de convencer a un ciudadano chino de que inculpara a comisarios, inspectores y policías por delitos que supondrían llevarlos varios años a prisión y la expulsión de la Policía? Dirigía El Mundo Casimiro Gª-Abadillo cuando se produjeron estos hechos.

 

Esta manipulación supuso el cese de Martín-Blas y que el juez, que procede de la justicia militar, lo blindara. Los jueces nunca justifican decisiones como esta. Están por encima de la ley.

 

 

Después vino el caso del “pequeño Nicolás” con la misma estrategia de implicar a Villarejo. Acreditado por Policía Científica que no había ningún programa instalado en uso en el teléfono de Martín-Blas que hubiera servido para grabarlo, señalando el dictamen pericial que fue uno de los cinco participantes quien lo transmitió en remoto a alguien de fuera que lo grabó, los medios de comunicación usados por el CNI, sabiéndolo o sin saberlo, han dejado en la opinión pública una idea falsa. Aquí ya se consiguió la imputación de V y de su esposa y ahí sigue el procedimiento, que a pesar de conocer el peso del CNI para influir en periodistas, medios de comunicación, altas esferas políticas poderosas, jueces y fiscales, yo confío en que resplandecerá la verdad. En este caso se produjo un informe de numerosos folios del comisario Martín-Blas y su inspector, Rubén López, en el que certificaban, como si fuese un informe técnico-pericial, que sin duda ninguna, por la edad, vestimenta, forma de andar, medidas antropométricas, un señor que recogieron unas cámaras del parque del Canal de Isabel II era sin duda alguna Villarejo y que estaba allí para entregar no se sabe qué a unos periodistas. Y otra vez Villarejo teniendo que demostrar que no era él y que era falso, consiguiéndolo tras acreditar que ese día y a esa hora no estaba allí y localizando al jubilado con el que lo confundieron. Esta manipulación supuso el cese de Martín-Blas y que el juez, que procede de la justicia militar, lo blindara. Los jueces nunca justifican decisiones como esta. Están por encima de la ley.

 

Después vino el intento de implicar a Villarejo en la “Operación Cataluña”, no entendida como la busca de testigos que testificaran la verdad de lo que conocían, el enriquecimiento ilícito de los Pujol –con identidad operativa Villarejo convenció a Javier de la Rosa y Victoria Álvarez de que declararan-, mientras Martín-Blas buscaba otras cosas, hablaba con detectives de Método 3, o ponía en contacto a través del inspector jefe Gago al jefe de la OAC, Daniel de Alfonso, con el ministro de Interior Fernández Diaz. Martín –Blas fue en octubre de 2012 con otro mando policial a visitar a los fiscales pidiendo orden de registro para la sede de CDC, con razón, salvo que no le competía a él aquello porque no había policías corrutos en esas sedes, y porque anunció la creación de una nueva unidad para investigaciones delicadas. También se le quiere imputar a Villarejo el pantallazo de la cuenta de Trías y el informe PISA, en lo que no ha tenido nada que ver, aunque no parece que haya mucho interés por aclararlo porque dentro de unos meses se cargarán a la leyenda negra del policía por haberse atrevido a plantar cara al director de los servicios secretos. Aunque está acreditado que todos los viajes a Cataluña del inspector jefe Gago fueron con Martín-Blas, hay periodistas que siguen señalando a Villarejo en contra de toda evidencia. Los mismos periodistas que no han citado ni una vez a Cosidó, que es responsable y quien firma crear la BARC y el nombramiento de Martín-Blas.

 

HAY QUE ACABAR CON VILLAREJO COMO SEA

 

Como Villarejo resiste, se le imputa en un presunto apuñalamiento a una doctora, que ya tiene algún antecedente de relaciones tormentosas al parecer en el pasado con otra persona, que tras una peripecia judicial que sería muy larga de exponer, resulta que va a entrevistarse con el comisario de Chamartín, Jaime Barrado, y este comisario dice que ha recibido un “chivatazo” de una “fuente” (informador) que le ha dicho que el apuñalamiento fue obra de Villarejo. El comisario millonario no solo apuñala sino que lo cuenta y alguien a su vez lo cuenta al comisario que lleva el caso. Esa forma de presentar el asunto para señalar a Villarejo suena a servicios secretos con juego sucio que apesta. Y además el presunto apuñalamiento es un rasguño y desde luego el apuñalador tuvo cuidado de no romper la camisa de la señora. Suena mal, y que se le mostraran las fotos de V y se levantara un Acta allí por el comisario, peor. Consideraciones sobre las razones por las que Barrado y Martín-Blas estan enfadaos con el mundo serán motivo de otro artículo.

 

En este tiempo Villarejo aparece en Salvados y concede entrevistas en diferentes medios, en las que denuncia graves hechos remitidos a la Audiencia Nacional, que en un tiempo récord desconocido rechaza la denuncia. Se filtran datos de actuaciones del hoy Rey emérito en un chalet de Madrid con una de sus amantes hace años y se acusa a Villarejo de filtrarlos para hacer un chantaje al Estado… lo que es mentira, y se ignora, como si fuera normal, que se puedan gastar millones de ptas. en callar la boca a una señora que ha mantenido una relación con el jefe del Estado, cuando todo apunta a una estrategia del propio CNI para fortalecer la figura del actual Rey y de paso dañar la reputación de Villarejo, su mayor enemigo. (¿Por qué no se invitó al Rey emérito al 40º aniversario de las primeras elecciones?) Villarejo denuncia que el entonces jefe de comunicación de la Casa Real contrató a mercenarios para hacerse con documentación comprometida del Rey emérito en poder de Corinna, que ésta se ha sentido amenazada por el director del CNI, que hay locales de prostitución cerca del Congreso donde se obtienen datos de diputados, políticos y otras autoridades, y años antes, en 2013, denunció internamente por escrito que en el secuestro de los periodistas de El Mundo, entre lo que se dijo aquí que pedían los secuestradores y lo que llegó allí faltaron algunos millones de dólares. En el diario donde trabaja el periodista que según Villarejo contrató a los mercenarios se difunde una fotografía de Villarejo en 2015 bajando de un avión en Melilla, que solo pudo ser obtenida por miembros del CNI, sin pixelar su cara, cuando iba a una reunión con confidentes introducidos en redes de terrorismo yihadista que han salvado muchas vidas.

 

El comisario millonario no solo apuñala sino que lo cuenta y alguien a su vez lo cuenta al comisario que lleva el caso. Esa forma de presentar el asunto para señalar a Villarejo suena a servicios secretos con juego sucio que apesta.

 

 

Villarejo tiene una extensa hoja de servicio como agente infiltrado en tramas de mafiosos para los que la vida no vale nada. Traficantes de armas, mujeres, droga, terroristas… en España y en otros países donde no tenía ninguna cobertura. Eso, en este Estado, no sirve para nada. Porque PP y PSOE no impiden su comparecencia en el Congreso para protegerlo sino para protegerse ellos; Cs por razones de su posición política y Unidos Podemos pide que vaya pero sin enterarse de la misa la media, porque no ha hablado ni una vez de las cloacas que regalan millones a las queridas del Rey emérito, ni de Martín-Blas, ni de Jaime Barrado, ni de Cosidó… sino contra Villarejo, siguiendo la liebre que han lanzado los mafiosos de las sucias cloacas para desacreditar a quien puede desenmascararlos. Esto le costará a Podemos otro millón de votos. Y sí, aunque algunos políticos quieran seguir en su nube demagógica predicando teorías irreales, hacen falta personas que trabajen arriesgando su vida por el interés general y el Estado en labores como las de Villarejo y el Estado tiene la obligación de protegerlo.

 

La última maniobra contra él es un documental en el que habla alguien anónimo, con máscara, Martín-Blas, Jaime Barrado y otros, que ha suscrito como director el multimillonario Jaume Roures pero que suena a producciones CNI. Ya sé que escribir esto y llevar años defendiendo a Villarejo no es gratis.  Es mucho el poder y el dinero negro que maneja el CNI como para no encontrar mercenarios voluntarios en la policía, la judicatura, el periodismo y cualquier otro ámbito de la sociedad para organizar cualquier campaña de bulos y mentiras porque hay gente sin valores, principios ni escrúpulos. Pero esto que digo es la verdad.

 

 

*José Manuel Sánchez Fornet es  Policia. Ex Secretario General del SUP. Portavoz del Observatorio contra la Corrupción.

@sanchezfornet