¡Vivan las caenas!
Trump arruina a nuestros olivareros y nosotros le permitimos el uso de la base de Morón sin pagar un dólar.
Un importante número de empresas sevillanas y trabajadores empleados en ellas, dedicadas a la producción y comercialización de la aceituna negra de mesa, van a ver impedidas sus exportaciones al mercado USA. Comarcas enteras se verán afectadas por la imposición de aranceles que de hecho cortan la posibilidad de comerciar. Se acaba el libre comercio.
El consejero de Agricultura del gobierno de la Junta de Andalucia, el ministro del ramo del gobierno de España, se lamentan, se reúnen, viajan a Bruselas, hablan de la PAC y justifican las subvenciones. Las asociaciones empresariales, los alcaldes de los pueblos afectados se quejan, se reúnen, se mueven.
La Base militar de Morón de la Frontera, de soberanía española, por la cual USA no paga ni un solo dólar en concepto de alquiler o arriendo, está ahí. En las estribaciines de la Sierra Sur sevillana, la que más va a sufrir.
La presidenta de la Junta de Andalucia, reivindicadora de las deudas del gobierno central, podría empezar a proponer un alquiler en dólares equivalente al importe total de los daños y perjuicios causados por la imposición unilateral del arancel americano.
Lo mismo podría hacer el Congreso de los Diputados, el Senado, los partidos politicos, incluido el PSOE, a cuyo presidente Rodríguez Zapatero se debe la lúcida propuesta de no exigir cuota de alquiler o arriendo a los americanos desde 2011.
Los andaluces que gritaron a los civiles “a por ellos” las vísperas del 1-O en Cataluña y que apoyan a los gobiernos en sus declaraciones de evitación de la ruptura de la unidad nacional, bien podrían reivindicar la soberanía nacional exigiendo a USA el pago de la equivalencia de lo que va a destruir en Andalucia con el arancel de las aceitunas negras sevillanas.
Al contrario: podemos marchar en formación de a cuatro gritando tras un retrato al óleo de Fernando VII, Borbon por cierto, “¡¡¡VIVAN LAS CAENAS!!!. Y Trump exigiendo el 4% más en presupuesto militar. Con un aperitivo de aceitunas negras en el cuartel general de la OTAN. En Bruselas.