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Yulimar, Abalos, Maduro, el FMI y España como problema

El único miembro del Congreso que ha imitado la proeza de Yulimar Rojas ha sido el ministro Abalos.

Yulimar Rojas, venezolana, ciudadana del país donde gobierna Maduro, batió el viernes 21 en Madrid, el record mundial de triple salto en pista cubierta y puso su marca en 15,43 metros. Entrena en Guadalajara. Y encima con un entrenador cubano, ciudadano de un país comunista. Y Abascal sin excitar a Ortega Smith para atacar con venablos y denuestos y con armas de guerra de la señora Robles a los enemigos de España. Véanse los anales del Regimiento Inmemorial número uno.

Ni las diputadas del PP preocupadisimas por Maduro el malo, ni el señor Egea el aceitunero altivo de Cieza con denominacion de origen, han sido  capaces de dar tal salto y mira que lo intentan semanalmente.
El único miembro del Congreso que ha imitado tal proeza ha sido el ministro Abalos que, por su propio peso ha tomado tierra en Barajas del brazo de la vicepresidenta Rodríguez, venezolana como Yulimar, pero sin punto de comparación en ejecutar triples saltos en pista cubierta.

 

El señor Casado que desea como vicepresidenta a la señora Arrimadas ha hecho que su cornetín de órdenes de el toque de aviso para iniciar la marcha de infantes y mandar al señor Alonso a la prevencion en Nanclares de Oca.
El paso de la oca le pone tanto al señor Casado como a su futura vicepresidenta la señora Arrimadas, mucho más vinculada al conflicto que rompe España que la marquesa portavoz, de penoso recuerdo en el País Vasco.

 

Así que con pobres a la vista del relator de Naciones Unidas que ya puestos podían elegirlo Torra y Sánchez como relator de su mesa camilla para que les cuente a ambos lo que ha visto de pobreza y desigualdad en España, Cataluña dentro pese a la alcaldesa de Vic y de la presidenta de la ANC y de la liberada Borrás que considera un triunfo sobre el Estado su permiso carcelario de ERC, sin enterarse aún de los 4,1 millones de euros exigidos de fianza a 28 compañeros de fatigas por el Tribunal de Cuentas.

 

Lo de no enterarse es moneda común en un país en el que más del 37% de sus ciudadanos censados no lee nunca nada. Tanto que la profesora y eurodiputada Ponsatí ha dicho en una sesión del Europarlamento que lo de los judíos expulsados de España es el síntoma del fascismo antidemocrático de esa repelente nación que la persigue a ella en concreto. No ha leído que los catalanes, sus amables y pacíficos ancestros, asaltaron el cinco de agosto de 1391 la judería de Barcelona masacrando a sus habitantes. La expulsión de los judíos de España fue ordenada por los Reyes Católicos en 1492, cien años y uno después. Y sin masacrar a los expulsados que siguen hablando ladino por el mundo y con las llaves de sus casas como acta notarial de la brutalidad real.

 

Mientras en el Congreso nuestros electos se dedican a madurar con Maduro el malo y su vicepresidenta avalada por Abalos, el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, nada menos que el FMI, !bendito sea el Señor y el Arca de Noé!, ha recordado a los políticos y gobernantes en general y a los militares sin graduación que la equidad, las bajas maternales y las guarderías mejoran la economía. Y los 350 diputados sin enterarse. Es lo que tiene no estar políticamente maduro.