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Cotorras

Clara Guzman_3
Clara Guzmán*

_María del Carmen ¿te has enterado que el Ayuntamiento de Sevilla quiere exterminar a las cotorras?

_Para que cierren el pico, ¿no?

_Mujer, el pico y todo lo demás, si es un exterminio…

_¿Y qué bicho le ha picado al alcalde para acabar con esas criaturitas?

_Porque al parecer no dejan vivir, en el sentido literal, a otros bichos.

_Así están en la política y nadie dice que exterminen a nadie.

_Mujer, anda que la comparanza.

_Vamos a ver, María Auxiliadora, ¿a ti te molestan las cotorras?

_A mí no, más bien me parecen hasta monas, de colores, como la canción de la Joan Báez, que se visten los campos en la primavera. Pero no dejan vivir a los murciélagos.

_Habrá bicho más repugnante que un murciélago, María Auxiliadora, por los clavos de Cristo. Si es por eso, hacen bien las cotorras.

_Pero es que, por lo visto, son como conejas. Se reproducen una barbaridad.

_Pues que se quiten de en medio a los cotorros que haberlos haylos  y dejen en paz a esas criaturitas.

_Mujer, sin cotorros ni cotorras no hay trascendencia. Tendrán que quitarse a los dos a la misma vez, que diría Lopera.

_María Auxiliadora, una cosa te voy a decir. Hazte a la idea de que los murciélagos son los de Podemos, que, hija, habrá mejorado la raza, pero parece que los han elegido a todos en un casting de raros, raros.

_De frikis se dice ahora, María del Carmen.

_Niña, hubo la generación del Pelargón, del Calcio 20, de la Quina Santa Catalina y la del Petit Suisse, que es la que le corresponde a estos. Y tú dime, sinceramente, ¿Les ves lustre? Si todos han salido estrechitos de pecho, María Auxiliadora de mis entrañas…

_Será que sus padres eran objetores del Petit Suisse, chiquilla. Ya sabes cómo se las gasta la gente de izquierdas. Por un pis de gato te montan una asamblea larga como un día sin pan, a la que previamente hay que acudir sondado, como se iba a los discursos de Fidel Castro.

_Es que hay cada padre…padrone.

_Qué intelectual, María del Carmen, hija. Te pareces a la niña Leonor.

_Yo lo que digo es una cosa. Se empieza por exterminar a las cotorras y se acaba quitándose de un plumazo a los presidentes de las Comunidades de Vecinos, que algunos merecerían ser fusilados al amanecer.

_¡Qué barbaridad, María del Carmen!

_Mujer es una metáfora, aunque a veces las metáforas llegan a la meta.

_Me acaba de poner en un “guasa” María del Robledo que por lo visto las cotorras son sanguinarias y matan a los murciélagos a picotazos y además les roban los nidos. Unas salvajes con esa carita de no haber roto un plato.

_Eso es como en la vida real, María Auxiliadora. Las hay que parecen dulces como la miel, como un cántico de los niños Seises y cuando te das la vuelta te la clavan.

_¡Ay!, eso se dice de Rubalcaba.

_Si es que Rubalcaba ha hecho escuela, niña.

_¿Tú te acuerdas de María del Sagrario?

_No me voy a acordar si un verano me quitó al niño que me gustaba. Y eso que le decíamos la monja.

_Un agua mansa.

_Una cotorra que llevaba y traía y no dejaba en paz a nadie.

_Mira, si por entonces hubiera estado Espadas al mando de la ciudad le hubiera cerrado el pico.

_Deja, deja, que esa cierra el pico y encima adelgaza. Ya sabes, en boca cerrada no entran moscas ni calorías…

 

*Clara Guzmán es Periodista.

@telademoda