Ha pagado una fianza de 12.000 euros para abandonar el vecino país
Vuelve la tensión a la ‘raya’ hispano-lusa y su entorno. El pesquero ‘Lozano Abreu’ de Punta del Moral (Ayamonte) fue apresado este lunes por agentes de la Policía Marítima portuguesa cuando faenaba en aguas del Algarve.
El arrastrero está acusado de capturar 400 kilos de crustáceos, cuya pesca está prohibida hasta finales del presente mes de enero.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Armadores de Punta del Moral, Alonso Abreu, tras este incidente, ha pedido a la Secretaría de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) el Gobierno español que aclare qué es lo que se puede pescar en esta zona.
«La Policía Marítima lusa ha aplicado por primera vez en 10 años una norma que indica que como ellos están en parada ningún barco puede capturar marisco, pero nosotros entendemos que sí, porque somos españoles y la cuota es del barco», ha dicho.
Por ello, entiende que es el Ejecutivo español el que debe pronunciarse y decir al sector qué es lo que puede o no capturar, ya que «los barcos siguen faenando en esa zona y no descartamos que puedan producirse más incidentes si no se produce esa aclaración».
El pesquero onubense, tras ser interceptado por la Policía lusa, fue dirigido al puerto de Olhão acompañado por un barco de la Marina portuguesa
Según ha destacado, el convenio pesquero hispano-luso del Guadiana, que regula la actividad extractiva en la ‘raya’ y su entorno, aún no se ha renovado.
Y precisamente, en estas fechas, el Gobierno luso ha aplicado la prohibición de capturar crustáceos, lo que es desconocido para las embarcaciones onubenses, según ha resaltado Abreu.
El pesquero onubense, tras ser interceptado por la Policía lusa, fue dirigido al puerto de Olhão acompañado por un barco de la Marina portuguesa, donde fue obligado a descargar todo el pescado capturado.
Según ha informado la Autoridad Marítima del vecino país, la sanción por capturar especies protegidas puede llegar hasta los 125.000 euros.
Mientras tanto, y tras el pago de una fianza de 12.000 euros, la embarcación pudo salir este martes del vecino país.
El nuevo incidente llega semanas después de que fuesen sancionadas varias embarcaciones de bandera portuguesa y tripulación española tras ser acusadas de faenar en aguas prohibidas.