En nombre de la militancia

Estamos en un proceso de primarias tan apasionante como inédito. Si no me equivoco, es la primera vez que, a nivel andaluz, lxs militantes vamos a decidir sobre quién será nuestrx candidatx a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Los anteriores intentos (para la Secretaría G del PSOE- A) fueron frustrados por un aprovechamiento desde la propia Ejecutiva andaluza para evitar un proceso equitativo para quienes quisieran optar: Fijando los calendarios ventajistamente, acaparando avales, presionando a las ejecutivas provinciales y locales,… 

Esta vez, esto se ha reducido considerablemente ( no por falta de ganas de algunxs sino por los mandatos explícitos del “Congreso de la militancia “, el 39). Pero resulta sorprendente que Susana Díaz, que tiene todo el derecho del mundo a presentarse, quiera aparecer como “la candidata de la Militancia “. Y eso sí que no es creíble. Quién nunca ha creído en lxs militantes, quién ha propiciado el modelo de “barones”, de forma que 17 dirigentes autonómicos podían condicionar el Partido a nivel Federal, y ella como destacada impulsora, no puede ahora pretender presentarse como aladid de la militancia. No hay quien se lo crea. Aún se permitió, en el último Congreso Regional, hablarle de lealtad al Secretario General allí presente y por dos veces. En primer lugar dijo que “como secretaria general de los socialistas andaluces le garantizaba la lealtad de todos los andaluces…”.¿Pero quiénes o qué se ha creído que somos lxs militantes?

Tuve que contestarle públicamente como estoy seguro que piensan muchxs militantes,: “que usted no es quién para garantizar mi lealtad hacia mi Secretario General, que ya se la garantizo yo, porque la lealtad es algo personal que desde luego usted no debe ni puede tomar en mi nombre; mi lealtad es mía y el compañero Pedro Sánchez como Secretario General tendrá mi lealtad, independientemente de lo que usted diga o haga. 

Pero es que, además, a usted se le ha elegido, legítimamente, para ser secretaria general del PSOE de Andalucía, no para representar al Partido en el ámbito federal, reproduciendo una vez más el modelo de baronías que tanto denostamos muchos militantes. Su legitimidad llega desde Despeñaperros a Gibraltar; desde Almería hasta Huelva. El ámbito federal corresponde a otro nivel de nuestro partido y no vamos a admitir volver al modelo de barones, definitivamente desterrado en el modelo de partido aprobado en el reciente Congreso Federal…”

En fin, hechos y no palabras es lo que puede convencer. Y de momento, solo oímos palabras que, por ser puramente coyunturales, a mí al menos no me ofrecen ninguna credibilidad. Espero que sus hechos me hagan cambiar algún día…