De occidentales, talibanes y víctimas

Julio Cesar, en el año 55 anterior a nuestra era, odenó el exterminio de dos tribús germanas que habian atravesado el Rin, previo permiso, para instalarse en lo que hoy se asienta ciudad de Kessel en los Países Bajos. 150.000 personas fueron pasadas a cuchillo. Ahora se han descubierto sus restos oseos tras una investigación universitaria de Amsterdam.

Los frany, nombre que designaba a los cruzados francos que intervinieron en la primera cruzadas, pasaron por la espada a unas 60.000 personas musulmanas y judias en la toma de Jerusalén.

Las batallas y retrocesos sucesivos de las tropas invasoras napoleónicas en 1812 en territorio de la Santa Rusia, produjeron 300.000 victimas francesas, 70.000 polacas, 50.000 italianas, 80.000 alemanas. Y un cálculo inexacto hecho a la baja, atribuye 450.000 muertos a los propios rusos defensores de su territorio. La victoria fue de los rusos, como es sábido.

En la guerra subsiguiente a la invasión de Corea avalada por la ONU y encabezada por EEUU, iniciada por Truman, se produjeron 1.114.000 muertos en ambos bandos.

Entre 1955 y 975 en la guerra entre USA y colaigados y Vietnam para impedir la reunificación del país bajo gobierno comunista murieron entre 3.800.000 y 5.700.000 personas.

En la guerra producida por la invasión de Irak ordenada por el trio de embusteros politicos con vocación asesina que formaron Bush, Blair y Aznar se produjeron 109.032 muertos de los que 66.081 eran civiles.

Isaiah Berlín, en una de sus últimas actuaciones públicas, defendió la intuición y el instinto en el ámbito de la acción política en el que las leyes de la ciencia política son completamente irrelevantes y donde el talento lo es todo. Y el talento es la capacidad de adivinar lo que hay que hacer para conseguir objetivos beneficiosos y que no causen mayores problemas y males de los que se pretende corregir.