Señora Ayuso, ¿usted duerme?

Señora Ayuso, perdone que me dirija a usted con esta duda, pero es algo que cada vez me corroe más en mi interior ¿Usted, aunque sea por razones fisiológicas, puede dormir? ¿Usted es capaz de acostarse por las noches y, ya en la tranquilidad de su alcoba, olvidarse de todas las fechorías y daños que ha hecho durante el día?

 ¿No le reprocha nada su conciencia? ¿ Ni siquiera por la muerte de ninguno de los 7291 ancianos que solos, abandonados, algunos  entre podredumbre,  murieron en las residencias, de las cuales usted era la principal responsable? ¿Usted tiene conciencia?

¿Usted es capaz de dormir pensando en ( u olvidando ) esas comidas infames que les dan a muchos niños en los colegios de su responsabilidad?.

¿No tiene usted, como dicen los enamorados cursis, esas “mariposas en su estómago” (en su caso, supongo que serían insectos de color negro), revoloteando y diciéndole una y otra vez “procura reparar el daño que haces”?

¿No? ¿Duerme tan normal , tan plácidamente? ¿No es capaz ni siquiera de reconocer el terrible daño, tanto individual como colectivo, que está haciendo día a día?.

Si eso es así, de verdad que le recomiendo un psiquiatra, por dos motivos: Porque lo necesita y porque su caso es para estudiarlo. Y, cuando algún día se estudie, que se estudiará, muchos se sorprenderán de que hayamos estado viviendo en directo, junto a una señora cuya forma de proceder, para colmo, le proporcionaba votos y simpatía del personal más afectado y sufridor de sus decisiones.

Será un caso paradigmático. ¡Menos mal, ¡uf!, que no todos los españoles vivimos en Madrid! ¡Pobrecitos aquellos, entre los que tengo dos hermanos, un hijo, una nuera, varios sobrinos, y dos nietos que la sufren!