Muy mal le tienen que estar pintando las cosas al PSOE andaluz para que la presidenta de la Junta haya prometido en apenas media hora hacer lo que no ha hecho en sus dos años y pico de mandato. A nadie se le oculta que su desmedida ambición personal por ser secretaria general de los socialistas ha ocupado el noventa por ciento de su tiempo en los últimos meses olvidándose que gobernaba una comunidad, la andaluza, que está a la cola del desarrollo en España y a la cabeza del paro y el fracaso escolar en Europa. Con estos mimbres, cada día más aislada por sus militantes y viéndole las orejas al lobo de un posible fracaso electoral, sus asesores, que la han cagado en su estrategia de hacerse con el control del partido, pretenden ahora recuperar su impulso y le han preparado una batería de medidas de Gobierno que la vuelvan a colocar ante el electorado en el puesto de cabeza que la ahora defenestrada lideresa sevillana tenía hace tan solo un año.
Susana sabe que tiene que recuperar cuanto antes el prestigio que ha perdido en un par de días a manos de Pedro Sánchez y, mientras este último parece moderar su explosivo discurso de izquierdas cercano a Podemos y condescendiente con el nacionalismo catalán, la presidenta andaluza ha decidido obviar sus fracasos y centrarse en lo que debería de haberse centrado hace ya más de dos años, en solucionar los grandes y gravísimos problemas que sufre Andalucía. Por ello ha aprovechado el primer Pleno del Parlamento para desgranar una serie de medidas absolutamente electoralistas que, dice, llevará a cabo su Ejecutivo en los próximos meses. A buenas horas, mangas verdes, aunque si las cumple, bienvenidas sean. Eso sí, la presidenta, que parecía estar abrumada y no esgrmió su habitual fuerza dialéctica. tuvo que aguantar estoicamente un verdadero chaparrón de críticas tanto por parte del PP como de Podemos. Se lo tenía más que merecido.
¿Que cuánto nos va costar todas estas presentes medidas a los andaluces si es que Susana pasa por primera vez en su mandato del dicho al hecho?
Unas medidas que van desde el fomento del empleo industrial a la bonificación de las matrículas universitarias pasando por la renta mínima de inserción social de 415,35 euros, nuevas infraestructuras sanitarias con aumento de la plantilla y, para chafar las aspiraciones fascistoides y apocalíticas de Donald Trump, una Ley del Cambio Climático. Si a todo ello le añadimos la recuperación y el intento de nombramiento del ex lider de IULV-CA, Diego Valderas, como Comisionado de la Memoria Histórica, aunque haya que cambiar la ley para demostrarle a la mujer del Kichi de Cádiz, Teresa Rodríguez y a Podemos que ella es tan de izquierdas o más que Pedro Sánchez. A eso se le llama intentar darle color (rojo) a su Gobierno en blanco y negro. El problema es que Valderas le ha visto las orejas al lobo y ha decidido quitarse de enmedio antes de entrar en la polémica. Y, al final, quien ha quedado en ridículo ha sido la propia Susana que se ha quedado compuesta y sin novio de izquierdas que venderle al personal, Así que apaga y vámonos.
¿Que cuánto nos va costar todas estas presentes medidas a los andaluces si es que Susana pasa por primera vez en su mandato del dicho al hecho? Eso no lo ha concretado la presidenta en su intervención parlamentaria pero haciendo un somero balance yo diría que varios miles de millones de euros y uno se pregunta de dónde va a salir ese dineral a no ser que Susana haya conseguido recuperar para las arcas públicas los millones de euros que algunos de sus compañeros se llevaron con el fraude de los EREs y los cursos de empleo.
Mucho me temo que, como siempre, como nos tiene acostumbrados, todo sea un paripé para vestir un muñeco de gestión que anda bastante desnudo y escuálido estos últimos días. Pero no se preocupen que Susana ya está preparando otro globo sonda otro “macguffin” para entretener a su audiencia, una minicrisis de Gobierno que dé que hablar de ella y de su nefasto Ejecutivo en los medios de comunicación andaluces. La presidenta se enroca en su isla como los Supervivientes de Tele 5 esperando que los andaluces vuelvana salvarla con sus votos después del fracaso de su órdago a las grandes en la particulr partida de mus contra Pedro Sánchez.
P.D.-No quisiera acabar este artículo sin mostrar mi admiración más sincera al héroe español del atentado de Londres, Ignacio Echevarría, y a toda su familia. Un verdaderos ejemplo de comportamiento cívico de vergûenza y de educación, un espèjo en el que debería de reflejarse una sociedad mucha veces más preocupada en defender lo políticamente correcto que en hacer lo que se debe hacer en cada momento. Es verdad que en España hay más tontos que botellines, pero también es verdad que existen algunas personas cuyos actos nos reconcilian con esta sociedad nuchas veces execrable. Gracias Ignacio.
*Benito Fernandez es Periodista.