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El PP andaluz, sus mochilas y las elecciones del 10N

Juan José Cortés no ha actuado bien, y lo sabe. Se ha tirado a degüello contra Juanma para recordarle que él no ha ganado nada.

 

Uno de los problemas del Partido Popular en estas nuevas elecciones del 10N, al menos en Andalucía es que vuelve a buscar el voto del dolor. El culto al dolor de ser pieza clave en la cultura andaluza, jamás puede ser relevante en materia electoral. Está demostrado que en esta sociedad ya no funciona. El andaluz con su voto no se da golpes de pecho. Podrá usarlo como mercadeo político-económico, moneda económica de cambio, véase Huevar del Aljarafe, pero sólo venderá su voto por un puñado de monedas.

Vaya por delante mi respeto, solidaridad y admiración a aquellos que perdieron seres queridos victimas de cobardes actos de violencia, cualquiera que sea su género. Pero ni la Sevilla popular ni mi querida Huelva se merece a estos políticos populares.

Después de su paso por la Euro cámara, alguien sabría decirme la aportación política de Teresa Jiménez Becerril? Nada, o mejor dicho, nada de nada. Sevilla y su provincia merecen un cabeza de lista popular, versado en mil batallas, con maleta y perfil político; saber hacer y gestionar la política de las cosas. Los populares sevillanos no pueden permitirse el descredito de volver a quedar en el furgón de cola de los resultados electorales.

Políticamente plana y de nulo bagaje político, la numero uno al Congreso de los Diputados por Sevilla será nuevamente un auténtico fiasco político a pesar que parece que se auguran mejores resultados.

Juan José Cortés es tema aparte, Huelva lo castigó una vez y lo volverá a hacer. Un tipo que a la menor discusión se lía a tiros con los vecinos, no puede estar en una lista popular, ni tan siquiera como defensa estorbo.

Este pastor evangelista, flaco favor hace al Partido Popular andaluz y colateralmente a Pablo Casado. Juan José Cortes, es un activista de etnia gitana que ha lanzado feroces críticas contra el Presidente del partido popular andaluz y Presidente de la Junta. Críticas que han tirado de argumentario socialista. Una auténtica carga de profundidad contra el propio lema de estas elecciones generales: “LO QUE NOS UNE”. Juan José ha hecho justamente lo contrario, aumentar la brecha Madrid/Sevilla.

Juan José no ha actuado bien, y lo sabe. Se ha tirado a degüello contra Juanma para recordarle que él no ha ganado nada que: “Si quiere alardear de gran líder…es mérito de Vox”. “Juanma Moreno ha perdido en seis años el 50% de los votos que tenía el partido popular andaluz. Moreno, en las elecciones a las que se ha presentado, no ha ganado nunca, no ha ganado nada. No puede apuntarse tantos. Quiere alardear de que en Andalucía es el gran líder…No es mérito suyo, es mérito de Vox, que ha accedido su escaño gratuitamente, para que Moreno sea Presidente de la Junta de Andalucía”

Las críticas son demasiado crudas y lacerantes contra quien efectivamente no ha ganado nada. Cierto Juan José, tus críticas no son mentira, dices verdad, pero a veces es preferible contar hasta diez y a ti nadie te ha enseñado los tiempos en política.

Tu nueva metedura de pata, acto seguido fue pedir disculpas. ¿Por qué Juan José, por decir la verdad o por extemporáneas? ¡Pedir disculpas para meterse en las lista como sea! Ese es tu fondo ideológico. No Juan José, si has pedido disculpas, un hombre que se viste por los pies renuncia a ir en lista alguna y entonar el MEA CULPA.

Estimado Juan José, has quedado como Cagancho en Almagro, y te adelanto que dudo mucho que cojas el sillón del Senado. Los onubenses te van a castigar con merecida razón. Te has equivocado en el tiempo y lugar. Ahora te has colado con Juanma y no tocaba…

Las demás provincias andaluzas han ido confeccionando sus listas según lo previsto y previsible. En Jaén se ha hecho justicia a una vergonzosa injusticia. A pesar de seguir apostando en el Senado por un error mayúsculo como el Sr. Ex alcalde de Jaén, Javier Márquez,  político freelander, que jamás ha profesado el más mínimo respeto hacia el Partido Popular. Pero ya se sabe que en la tierra de Gabino, Palacios y Moya, todo es posible. Pasar del amor al odio es política de cambio. Políticos que han salido de la misma teta, y que hoy están caducos, trasnochados y procesados, en algún caso. Quizás  en Jaén sea hora de apostar por el nuevo presidente y sobre todo dejarlos trabajar en paz.

Me cuentan que la ciudad de la Alhambra, merece capítulo aparte. Con un Presidente sin rumbo y desnortado, donde 2+2, es igual que 3 por 6 o 5 por 5. El Partido Popular de tanta figura  andaluza y tanto señor de la política, hoy ha perdido el rumbo y la perspectiva, por un Presidente moribundo que va dando tumbos sin saber dónde caer. Un presidente brabucón, políticamente grotesco, sin palabra y con más que callar que gestionar. El Sr. Pérez que llegó a la política ligero de equipaje, ha querido ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro. Al final ha conseguido ser un hombre sin palabra, un pobre hombre. Sin destino y sin oficio ni beneficio. Dejado de la mano de Dios, ha entregado el partido y se ha entregado a la causa de un siniestro y más que dudoso personaje político.

El Sr. Robles Rodríguez, tras lamentables y torticeros movimientos políticos se ve ungido para intentar llegar al Senado con una mano delante y otra detrás por su vacío curriculum vite. El que lo haya elegido será responsable de esta afrenta a los militantes y simpatizantes del Partido Popular de Granada, Allá él. Puede haber sorpresas.

Granada está a día de hoy sin Presidente, y con un Secretario General viéndolas venir, por si le cae del cielo la Presidencia, que sería la ruina y la quiebra total del PP en Granada.

Con este escenario nos disponemos a afrontar el 10N en Andalucía, ya sólo esperamos que las encuestas no se equivoquen y el resultado venga a suavizar la lamentable situación orgánica del partido a nivel general. Los resultados podrían ser mejor, si se trabajara más y mejor, se eligiera mejor y todos remaran hacia el mismo destino político. Pero personajes, personalismos desmedidos y alguna ansia oculta son obstáculos que pueden pasar factura. Lo veremos.