The news is by your side.

El Rey se gira al Báltico

SM El Rey comienza hoy una gira por los Países Bálticos, donde unidades de las FAS españolas operan, frente a Rusia.

SM El Rey comienza hoy una gira por los Países Bálticos, donde unidades de las FAS españolas operan, frente a Rusia, en el marco de la operación de “Respuesta Adelantada Reforzada” de la OTAN,  así como otras misiones navales y de policía aérea. Una oportuna y valiosa visita a los lugares de “mayor riesgo y fatiga” que, sin lugar a duda, será bien recibida por nuestros soldados y marinos, y que remarca el interés y el apego de la Corona  para con las FAS.

En el programa del viaje figuran encuentros bilaterales de Felipe VI con los máximos mandatarios de aquellos países. Y ahí empiezan el desorden y las cosas raras que, con pertinaz frecuencia, se vienen dando en la política gubernamental de nuestros días. Porque tales encuentros, al más alto nivel político, son, consecuentemente, de naturaleza política. Por ello, demandan la asistencia de un miembro del Gobierno que refrende los actos políticos del Rey. Tal refrendo  correspondería, en este caso, al ministro de asuntos exteriores,  el incompetente Albares. O, en su defecto, a la ministra de defensa, Margarita Robles.

Posiblemente, se hayan frotado las manos en La Zarzuela recordando la genial sentencia de Fernando de Rojas en su inmortal La Celestina: “Valiera más solo que mal acompañado”. No obstante, se intenta disfrazar tan insólita situación ―nueva muestra del grado de putrefacción gubernamental―, diciendo que como el JEMAD, almirante general López Calderón (cuyas  funciones esenciales se resumen en dos: operaciones y planeamiento de capacidades), figura forzosamente en la comitiva real, y tiene el rango administrativo de secretario de estado, él actuará como refrendante. Confusión supina que desprecia dos circunstancias esenciales entrelazadas. La primera, que el refrendo es la traslación de responsabilidad de los actos del Rey al sujeto con poder refrendante. La segunda, que ambos, don Felipe y don Teodoro, son militares en activo: capitán general (5 estrellas) el primero, y almirante general (4 estrellas, el segundo). Y, en ningún caso, en términos militares, el inferior prevalece al superior. Y eso es así desde los tiempos de Aníbal. ¿Oído, Defensa?