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Enrique Goñi y Antonio Pulido explican lo de Banca Cívica en el Congreso

Curioso y extraño giro en las preguntas del portavoz del PP Carlos Floriano.

Desde la rebelión de los arcángeles Beneroso y Benjumea contra el entonces todopoderoso Manolo Chaves, en lo que se llamó la guerra de las cajas sevillanas, no se recordaba en sede parlamentaria hablar tanto de la crujida del sistema financiero andaluz hasta hoy, al menos en una sesión tan dilatada. Sin duda una gran asignatura pendiente de todos, la de contar sin tapujos lo sucedido en los bajos fondos del sistema financiero andaluz, pero de verdad, no solo como una simple película de buenos, malos y forajidos.

Sucedió este martes día 27 de febrero y en Madrid, vísperas del Dia de Andalucía a muchos kilómetros del Parlamento de Sevilla; a las nueve de la mañana estaban puntuales en el Congreso los señores Enrique Goñi y Antonio Pulido para explicar lo sucedido con sus respectivas entidades en la crisis financiera, todo ello a preguntas de sus señorías.

No parece probable que las intervenciones de los ex copresidentes de Banca Cívica, Pulido y Goñi, vayan a ser fundamentales en el resultado final de la comisión, tras casi cuatro horas de duración.

Video con el contenido íntegro de las comparecencias de Goñi y Pulido.

La propia dinámica interrogatoria de la misma impide que se profundice en los asuntos abordados, de tal forma que los comparecientes se marchan casi como llegaron, en algún caso con perdigonazos de larga curación. En este caso tras escuchar a Enrique Goñi leer un montón de informes de peritajes del BE, hablando maravillas de cómo lo estaban haciendo, lo cual reconfirma la inacción del Emisor en el sector de las cajas y su gran responsabilidad en un desastre de más de 60 mil millones que hemos pagado todos.

Y el otro sigue instalado en una fundación que, durante años, parece que modeló jurídicamente para perpetuarse en ella como el “Señor de Cajasol”.

Tal y como está planteada la comisión, cuando escuchas la respuesta ya no te acuerdas de la pregunta y sus matices por el tiempo transcurrido. Eso fue exactamente lo que sucedió en este caso donde vimos a dos comparecientes muy diferentes. Dos talantes distintos y con distinta formación. Uno de verbo fácil, otro balbuceante y amigo de los lugares comunes. Uno sigue navegando en el Grupo Caixa y el otro sigue instalado en una fundación que, durante años, parece que modeló jurídicamente para perpetuarse en ella como el “Señor de Cajasol”. Uno demostró tener muy estudiada su defensa, con más datos y papeles, información ya expuestos en el Parlamento de Navarra. El otro, amparado y solapado en el sistema de funcionamiento de la comisión evitó hablar de aquello que era común a ambas cajas, dando por respondidas las cuestiones por Goñi y sin referirse a ellas, por ejemplo, si en Andalucía se habían dado/condonados créditos a partidos políticos. En Navarra sí y se pagaron todos los créditos.

 

Goñi llevó un ordenador portátil que utilizó para mostrar algunos documentos a los comisionados. Pulido llevaba ocho carpetas azules con el logo de Cajasol dentro de una cartera de Ubrique, las mismas que usan los ministros. Solo en una ocasión abrió una de las carpetas para leer una interminable lista de cosas que la Fundación Cajasol había financiado en Castilla La Mancha, demostrando así la actuación interterritorial desplegada en aquellas comunidades como Canarias, Castilla La Mancha, Navarra o Andalucía donde se absorbieron las cajas correspondientes. Por cierto, a algún diputado de izquierdas le llamó la atención tantos actos de subvención a la Iglesia.

 

Los estiletes de Floriano

 

Abrió la ronda de preguntas el portavoz del PP Carlos Floriano, sentado solo en su escaño, quien ante la sorpresa general soltó una batería de preguntas duras y directas a Antonio Pulido, más bien afilados estiletes que se notaron en el semblante del compareciente, recurriendo a tics como rascarse la nariz o la frente en repetidas ocasiones. En resumen, Floriano planteaba en tromba todas aquellas cuestiones de las que Pulido ha huido informativamente en estos años. Esta vez estaba obligado por ley a responder y contestar la verdad.

¿Qué pasos se dieron para escapar al control del Banco de España y del Ministerio de Economía? preguntó el diputado popular, de la misma forma que lo harían después otros comisionados.

Floriano muestra interés en saber si hubo presiones políticas para la fusión; preguntó quién era “la manzana podrida en Banca Cívica” y directamente pide a Pulido que explique si abandonaron, él y Goñi, el consejo de CaixaBank para irse a Criteria por razones de remuneración personal, porque allí sí cobraban sueldo. Y algo más, le pide el dato de la indemnización recibida tras ser despedido por La Caixa un año antes de vencer su contrato y que, según se publicó, ronda el millón y medio de euros. Pulido recomendó a Floriano  que buscase la Memoria correspondiente de la Caixa, para que localice allí el dato exacto. Le pregunta por qué Cajasol es la única fundación que, siendo propiedad de las cajas, no es fundación bancaria y sí privada.  ¿Qué pasos se dieron para escapar al control del Banco de España y del Ministerio de Economía? preguntó el diputado popular, de la misma forma que lo harían después otros comisionados.

Floriano se viene arriba cuando pregunta por el infame trato recibido por Guadalajara o cuando pide que le explique como el pez pequeño se comió al grande, caso de la Fundación San Fernando tragada por Cajasol.

Pero la traca final llegó cuando preguntó por el sueldo de Antonio Pulido como presidente de la Fundación Cajasol, 200 mil euros al año. ¿Ha emitido el Protectorado de la Junta el permiso correspondiente? Fue la pregunta que dejó en el aire. Pulido, en su respuesta y por si había dudas, afirmó que todo estaba dentro de la ley, que había sido autorizado por la Junta de Andalucía y que podría demostrarlo con un papel –que nadie enseña, ni la consejera de Hacienda María Jesús Montero ni el propio Pulido– que prometió enviarlo a la comisión.

Va y le pregunta a Pulido por la alianza de Cajasol con el Grupo Inmobiliario Ferrocarril, propiedad de Rafael González-Cobo, viejo amigo de Pulido.

La sospechosa alianza con el Grupo Ferrocarril

 

Poco después intervenía Ester Capella, portavoz de ERC, que nuevamente removía a Pulido en su sillón de compareciente, muy pendiente todo el tiempo de la mensajería instantánea de los dos Smartphone que llevaba y no paraba de consultar.

La diputada republicana se explica mal y pregunta de forma confusa por un informe de la Cámara de Cuentas, Pulido diría que nunca la Cámara de Cuentas había emitido informe alguno sobre Cajasol. Cierto, pero dado que el contexto de la pregunta se refería a la llegada de Pulido a la presidencia, seguramente se quería referir a una auditoria de infarto sobre Inturjoven, empresa pública de la que Pulido era gerente con anterioridad a su ascenso al mundo financiero.

Capella, haciéndose eco de informaciones que dijo que le llegan por correo electrónico, va y le pregunta a Pulido por la alianza de Cajasol con el Grupo Inmobiliario Ferrocarril, propiedad de Rafael González-Cobo, viejo amigo de Pulido en las JJSS y comprador de la vivienda particular de Pulido en la calle San Luis de Sevilla, (170 metros por 1.100.000 en 2010).

Pulido se sintió atacado y ligeramente irritado al comprobar que sus señorías también habían sido ‘intoxicados’ por sus eternos enemigos, esos que justifica que le critican “para atacar a Susana”. Fue cuando desgranó que con el Grupo Inmobiliario Ferrocarril de su amigo González-Cobo todo se había hecho siguiendo los protocolos de la entidad de entonces y que incluso lo aprobó el Consejo de Administración de Cajasol bajo su presidencia. Lo que no confirmó Pulido es si los consejeros, ese día, fueron informados de que el presidente había hecho negocios inmobiliarios tiempo atrás con el nuevo socio que entraba en la caja vía participadas. Tampoco consta que Pulido se ausentase de la votación para legalizar una operación de acciones a cambio de una permuta de veinte millones en patrimonio inmobiliario, la joya de la corona de Cajasol que se llevó el Grupo Inmobiliario Ferrocarril.

El diputado sevillano Ricardo Tarno, viejo amigo de Pulido y compañero en la dirección de El Monte, que no es miembro de la Comisión, entró a charlar con el portavoz Floriano tras su primera y dura intervención.

Mientras transcurría la sesión, la realización plana de la retransmisión televisiva del Congreso, permite ver que Carlos Floriano ya no está solo en su escaño, a su lado, hablando con él, un diputado que no es miembro de la comisión y cuya figura le tiene que resultar familiar especialmente a Pulido; se tuvo que tranquilizar al verle hablar con Floriano, se trataba de un buen y viejo amigo suyo. El recién llegado le había sustituido como secretario del Consejo de Administración de El Monte, poco después de su acceso a presidente. Se trata de Ricardo Tarno, actual diputado del PP por Sevilla y adscrito a la corriente zoidista.

De lo que hablaron nada se sabe, pero se le puede echar imaginación tras conocer el broche final de Floriano. Lo cierto y verdad es que cuando Carlos Floriano volvió a intervenir, tras su larga charla con Tarno en el escaño, el tono y la bravura inicial del diputado popular había cambiado totalmente hacia el Sr. Pulido. De hecho, casi le llega a pedir disculpas, justificando el haberle preguntado por determinados asuntos escabrosos con el ánimo de que se explicara el compareciente para deshacer tanta maledicencia circulante sobre su gestión. Así al menos se explicó un apurado Floriano, ante la primera sonrisa no impostada de Pulido.

Un Pulido muy ofendido que le acabaría exigiendo una rectificación pública al de Podemos ya que “es falso” que él ni nadie estuviese imputado en dicha causa. (Caso Banca Cívica)

Previamente el portavoz de Podemos, el diputado malagueño Alberto Montero también disgustó, y mucho, a Pulido al afirmar que se hallaba investigado (imputado) por la Audiencia Nacional en el llamado caso Banca Cívica y su salida a Bolsa, junto a otros presidentes de cajas. Todo ello en el contexto de una pregunta sobre por qué cajas tan dispersas y sin sinergias a la vista se fusionaron. Pulido muy ofendido le acabaría exigiendo una rectificación pública a Montero ya que “es falso” que ni él ni nadie estuviese imputado en dicha causa. Goñi le miró de reojo con cara de sorpresa. Confesó Pulido que solo está “denunciado”, pero no investigado. Ansioso por limpiar su honor manchado por la afirmación exigió una y otra vez que rectificara el diputado de Podemos quien, para acabarlo de rematar, le había citado como “el banquero de Susana”. “Es lo mismo que si un titular se refiere a usted como el astronauta de Podemos” le contestó Pulido forzando una gracieta a la que vuelve a responderle el diputado malagueño que a él ya le conocen como “el que le dio la beca a Errejón” en la Universidad de Málaga. Montero, poco convencido, dijo que no tenia reparos en retirar lo de imputado si realmente no se da esa circunstancia procesal.

 

¿Pero, está o no está investigada la cúpula de Banca Cívica?

 

El asunto de la situación procesal de Pulido ante la Audiencia nacional por el Caso Banca Cívica, del que ya se dio cuenta hace tiempo en Confidencial Andaluz, se ha convertido a raíz de este incidente en objeto de polémica al negarlo con tanta rotundidad y desafiando a los de Podemos en el Congreso. Ha sorprendido incluso a algunos de los investigados junto a Pulido en esta misma causa, alguno de cuales – según ha confirmado Confidencial Andaluz– consultaban hace solo unos días a sus abogados confirmándoles que formalmente seguían como investigados o imputados ante la Audiencia Nacional.

La comisión seguirá su curso y seguramente ya no se volverá sobre el tema de las cajas andaluzas, pero al menos la comparecencia de Antonio Pulido Gutiérrez ha dejado abiertas algunas incógnitas.

La versión posterior de Pulido sobre este chispazo la resumen fuentes cercanas al financiero en estos términos: “se presentó una denuncia frente al Consejo de Administración de Banca Cívica por la salida a bolsa del Banco. La denuncia ha sido archivada por dos veces por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. En este momento la instrucción sigue abierta pendiente de recibir alguna información por Caixabank, en particular, referida a una de las Cajas de Ahorros (Caja Navarra). En todo este tiempo, solo se ha tenido conocimiento de la denuncia sin que el Juzgado se haya dirigido a ninguno de los miembros del Consejo de Administración en calidad alguna, para comunicarle la denuncia y, en su caso, toma de declaración”. En la Audiencia Nacional confirmaron al periodista Antonio Salvador de El Independiente el mismo martes que el sumario de Banca Civica seguía abierto y en la misma situación.

Pulido al concluir la sesión se detuvo largo rato a charlar con el portavoz del PP.

A falta de conocer las conclusiones que hayan sacado los comisionados de ambas comparecencias, visto desde fuera, no parece que la aportación resulte fundamental para explicar el crack de las cajas en España o la crisis financiera, por mucho que Pulido, sacando pecho como doctor en Economía, quisiera hablar en el Congreso de las nuevas criptomonedas o de cómo debe potenciarse desde las escuelas la formación financiera en los niños. Sin olvidarse, claro, de dejar constancia de que sus millones anuales a repartir van a gentes de toda ideología política o religiosa, recordando por si acaso el reciente convenio firmado por Cajasol con alcaldes como Kichi , el edil de Podemos en Cádiz. También que por Cajasol han pasado a desayunar todos los líderes de la política andaluza y española.

La comisión seguirá su curso y seguramente ya no se volverá sobre el tema especifico de las cajas andaluzas, pero al menos la comparecencia de Antonio Pulido Gutiérrez ha dejado abiertas algunas incógnitas de consumo doméstico que seguramente tendrán recorrido parlamentario  en el futuro.

Pulido se ha convertido en una presa política débil, fácil y de primer orden por sus fiestas y llamativos paseos con Susana Díaz, no midiendo ni la oportunidad ni los tiempos ni la conveniencia de la ostentación de esa relación. Si Antonio Pulido fuese aficionado a las novelas de Mario Puzo seguro que recordará la frase “Cuando vienen a por ti, van a por lo que más quieres”. Ese es su problema, su trayectoria a la sombra del PSOE andaluz y ser un notable cortesano en el círculo íntimo de la presidenta de la Junta que mayor poder ha acumulado en la historia moderna de Andalucía. Mal que le pese el solo se ha puesto en la diana. Se nota que ya no le asesora quien durante tantos años le guió por los caminos del tacto y la prudencia.