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Fiscales con usía

El papel que han hecho los cuatro fiscales del TS en el juicio del procés tiene usía.

Por los años en que fui llamado a filas los coroneles tenían usía. A las órdenes de usía, mi coronel. Los fiscales del Tribunal Supremo tienen usía. Pero no estamos, gracias sean dadas al Destino, a sus órdenes. El papel que han hecho los cuatro fiscales del TS en el juicio del procés tiene usía. Y el meneo jurídico que les han dado los señores magistrados en la sentencia notificada ayer, ha sido menuo, hablando en castizo.

Una de dos o no estudiaron los atestados policiales, los informes de inteligencia sobre lo que ocurría en Cataluña, las crónicas de prensa, los vídeos, los documentos disponibles, o, si los estudiaron, se negaron a subsumir los hechos en los tipos penales donde con toda lógica debieron incluirlos.

Situados por encima del bien y del y del mal, cómo es práctica habitual de sus congéneres en las escalas descendentes de su Ministerio Público y ajenos, o distantes , a la misión legal de defender los derechos de los justiciables, aún de los procesados, encausados, investigados o como se les designe eufemísticamente a los empapelados, estos cuatro fiscales de Sala del TS han pegado un resbalón ante el país acusando de rebelión a los políticos catalanes juzgados por la Sala segunda obviando el dato manifiesto de que sin violencia instrumental no puede darse el delito de rebelión en la redacción actual de nuestro Código Penal. Dígase otro tanto del magistrado instructor.

El magistrado del TS, hoy retirado, don José Luis Manzanares venía advirtiendo desde el inicio del íter procesal en sus columnas en ‘República”, de la inviabilidad de aceptar la acusación por delito de rebelión. La sentencia de hoy le ha dado la razón. Como cualquier abogado de toga, pasillos y juzgados sabe los jueces y magistrados en general se inclinan respetuosamente para atender los informes de las fiscalías. No ha sido así en este procedimiento.

La carga verbal, ideológica y propagandística que con la matraca estulta del “Estado de derecho” banalizada por quienes lo enarbolan cuando les conviene y lo violan cuando encarta, ha descendido sobre los hoy condenados y sobre quienes no nos hemos dejado impresionar por los golpes de Estado, rebeliones sangrientas, alzamientos ilegales y otros nefandos aconteceres anunciados por lidérillos políticos incapaces de leer y que cuando pretenden pensar les saltan chispas neuronales, ha causado más destrozos en Cataluña y en el resto de  España que el dichoso referéndum ilegal del 1-O.

Han ido los fiscales de Sala quienes iniciaron entusiasmados el camino de la rebelión calificada , y  sus seguidores y jaleadores, cual Fernando VII, el Rey felón, “y yo el primero por la senda constitucional”, hasta que los magistrados de la Segunda Sala del Supremo Tribunal les han dicho en sentencia firme que ese camino no era recorrido conforme a derecho. Contundente el mazazo,después de ver en directo los interrogatorios y los informes de los funcionarios del Ministerio Fiscal y las miradas de perdonavidas procesales dirigidas a las abogadas del Estado.

¡De gloria, se han cubierto de gloria sus excelencias togadas ¡