La lucha del poder y prensa en la república balompédica de Bacteria
En la República Balompédica de Bacteria no hay sitio para un periodista que nos cuestione.
…Prometiéndoos la felicidad, las bestias han subido al poder. Pero mienten. No han cumplido esa promesa ¡Ni la cumplirán! Los dictadores se dan libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo… Bacteria, ¿Puedes oírme? Dondequiera que estés, alza los ojos ¡Las nubes están desapareciendo! El sol se está abriendo paso a través de ellas. Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz.¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡Alza los ojos, Bacteria! ¡Alza tus verdes ojos!»
Pese a todos sus esfuerzos y a los de sus mejores y más veteranos agentes como Karl Hoffmann o el infortunado Hermann Büsten, que nunca pudo reponerse de una dura traición sentimental… Don Gabriel Stillson, Don Michael Garbitch, Don Julius Streicher-Herrasing y Don Rudolf Hallkonn aún no han podido localizar y detener al audaz autor de este manifiesto contra el Gobierno de Bacteria.No saben si el nombre de Adenoid ‘Alexander’ Hynkel es el correcto. Sin embargo, parece que sí han descifrado su verdadera profesión: barbero. Así luchan el Poder y la Prensa en la República Balompédica de Bacteria. No es una charlotada; pero perdón por el atraco, maestro Charles Chaplin.
(N: del Autor: Todo estos personajes son ficticios; cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia en la imaginación del lector)