La venganza de Don Mendo

Anacleto Panceto es un periodista que en su último tweet en República, diario digital que edita Pablo Sebastian, escribe: «Un pacto entre los ERE, la Gurtel, la Púnica y Pujol daría estabilidad y tranquilidad a los mercados». Sí, porque leyendo y oyendo a los dirigentes políticos de las derechas, de algunas izquierdas y de independentistas varios pareciera que la sentencia no firme de los ERE ha puesto de manifiesto,¡oh!, la maldad de la administración del socialismo andaluz. Maldad exclusiva, claro. Horror de fiscales y magistrados, alertados por don Zoido el de la franja piritica onubense. Y asistidos, cual armígero fiel, por un letrado que en sus horas pagadas por la Administración pública andaluza dedicabase a sus asuntos particulares. acusando a los enemigos del PP de sus entretelas y entreeuros.

Con Aznar y sus ejemplares huestes tipo Rato, Camps, y otros, los gurtelianos se llevaron para ellos y para el PP euros a manojito. Felipe Gonzalez, Aznar, Rodriguez Zapatero y Rajoy consintieron que los Pujol, envueltos en la señera y cantando el Virolai, robaran a manos llenas las arcas de la Generalitat catalana. Con don Mas y compañía el Liceu y el Palau, el tres por ciento de marras y otras gabelas harto conocidas engrosaron partidos, organizaciones sociales, medios de comunicación y peculios privados de variada condición.

Estabilidad, estabilidad, cuantas tropelías se han ejecutado en tu beneficio y en el de los estables que estabilizaron la estabilidad. Estabilidad que ahora defienden don Casado, doña Arrimadas, don Abascal y una aburridísima cohorte de periodistas y locutores que saben más de España que don Américo Castro , don Claudio Sanchez Albornoz y don Ramon Menéndez Pidal al unísono.

Mas la memoria personal e individual me permite recordar algunos hechos de los que no podemos prescindir a la hora a afrontar las consecuencias no penales de la sentencia del tribunal de la Sección primera de la Audiencia de Sevilla.

65.725 millones de euros es la cantidad total «inyectada al sector financiero» reinando don Juan Carlos y presidenciando y gobernando don Rajoy cuyo ejecutivo, del PP, fue quien ordenó la operación. La mayor parte, el 82,7%, provino de fondos públicos, 54.353 millones de euros. Cantidad que ha aumentado en 1.376 millones según ha informado el Banco de España. 65.725 millones de euros de los que se calcula recuperar unos 14.000 millones, porque hasta ahora, según la información disponible, se han recuperado 4.477 millones de euros. O sea el 6,81% del total de los fondos del erario publico (nuestro dinero) que el gobierno de don Rajoy, del PP, entregó al sector. Y, entre tanto, el Santander, banco que alardea de no haber recibido fondos públicos, ha enviado al paro a 22.000 empleados suyos, al suprimir sus puestos de trabajo.

Cada andaluz, cada español, se gastará estas navidades unos 400 € en comidas y regalos y 1.085 € en pagar el rescate a la banca. Don Moreno Bonilla, con cara compungida y avergonzada por la sentencia de los ERE, calló decirle a los andaluces que su partido era el responsable de que tengan que pechar, velis nolis, con el pago de sus 1.085 euritos para la banca, bancaria y recuperada. Mucha vergüenza hace falta para tanta carita de pena, penita, pena. Y Guindos ganado una pasta gansa en el Banco Europeo. Y don Casado, el convalidable convalidado de convalidaciones ancestrales, dando consejos con don Egea a todo el que se tercia y no suprime el audifono del televisor cuando predican.

Me repugna defender el sistema que describe la sentencia de los ERE, si lo ratificare o ratificase el Supremo. a base de afirmar que dos imputados no se llevaron dinero para ellos. El mal proviene de  que la estructura política y administrativa del régimen diseñado por Torcuato Fernadez Miranda e implementado por los sucesivos gobiernos del Estado, ha permitido, y propiciado las actividades de los Pujol, de Filesa, del PP en Valencia y en Madrid, de Convergencia en Cataluña que han derivado en la actual situación con los partidos independentistas, de los GAL, de los fondos reservados en tiempos de Barrionuevo y Vera, de las inmatriculaciones de los obispos, de las puertas giratorias, de las manipulaciones en el Poder Judicial, de la Gurtel y la Punica, de los Ignacios Lopez y los Villarejo y los Franciscos Gonzalez. Y de los ERE, si lo declara asi el Alto Tribunal.