Piedra de escándalo
A ver si tenemos la suerte de que no nos sobreviene alguna que otra desgracia delictiva en la que estén implicados inmigrantes y que sirva para soliviantar a un municipio.
Según Wikipedia —esa enciclopedia colaborativa de la que usted me habla y que fue motivo de burla durante un tiempo y ahora está siendo sustituida por asistentes de una IA de risa que, sin embargo, no todo el mundo cuestiona—: ‘En griego skandalón significa «bloque que entorpece la marcha en un camino». Y según este significado estricto del vocablo, derivaría la connotación: acto que mueve a la indignación y al espontáneo movimiento anímico, singular o social, de sobresalto.’
Hace unas semanas leí con retraso el último de los artículos como director de Diario de Almería de Antonio Lao, que comienza así: ‘Con profundo dolor y tristeza Torre Pacheco me ha retrotraído a los famosos sucesos de El Ejido del año 2000, en los que los ultras y exaltados, que siempre los hay, iniciaron la misma cacería, a la búsqueda de votos, alteración del orden público y revueltas palaciegas, con fines espúreos (sic) de poder, sueños de grandeza y pureza de la raza. Por fortuna aquello quedó en una anécdota, dolorosa eso sí.’
Curioso revoltijo de conceptos para, de alguna manera, y como se ha hecho tantas veces, equiparar al PAL de entonces con el Vox de ahora, salvando, cómo no, a un PP que, no lo olvidemos, salió reforzado de los llamados ‘Sucesos racistas de El Ejido de febrero de 2000’ y que ahora busca únicamente sumar lo suficiente con Vox como para gobernar sin que les importe en absoluto servir de puntal para el crecimiento de la extrema derecha mientras tanto, que siempre habrá tiempo de poner el dinero necesario en medios para lanzar una campaña que les devuelva la suficiente cantidad de votos que eviten el sorpaso. Pero a mí lo que me llama la atención es la frase ‘Por fortuna aquello quedó en una anécdota, dolorosa eso sí.’ ¿Una anécdota? Ahora que se cuantifica todo y se hacen cálculos, no ya fantasiosos sino de Alta Sci Fi, cuando en un municipio se monta un Fest de lo que sea o una Comic-Con como la de Málaga y nos sale Moreno Bonilla con que de una inversión de 3 o 4 milloncejos ha habido un retorno para la ciudad de 80 o 90 millones de euros, ¿alguien podría calcular cuánto nos costaron a los ejidenses en daño reputacional e imagen de marca los sucesos de febrero de 2000 y sus antecedentes, muy a tener en cuenta, con Aznar en La Moncloa y el PP en el gobierno municipal de El Ejido? ¿No es acaso cierto que si los sucesos de 2000 supusieron un frenazo terrible, sobre todo en cuanto a diversificación económica, el inicio de la Operación Poniente (en el fondo una guerra civil entre facciones del PP) supuso la puntilla?
¿De verdad creen ustedes, con los éxitos electorales que cosechó el PP, Aznar en las generales, y Enciso en las siguientes municipales posteriores a los sucesos de 2000 que, en caso de que se les presente la ocasión de aprovechar de algún modo el racismo estructural que padecemos, en parte motivado por unas condiciones socioeconómicas tan peculiares y tan extremas, con un sistema productivo unívoco que ya está dando claros síntomas de agotamiento, el PP no lo va a hacer?
Si Vox ya adelanta en las encuestas en toda Andalucía al PP (aunque se bajará el suflé) aquí el suflé de la extrema derecha, con un aire y un vapor de agua muy vigorosos especial El Ejido Gourmet Quality, no parará hasta que llegue al cielo, ¡al cielo con él!, porque aquí la insatisfacción y el malestar también son específicamente municipales
Y todo eso si tenemos la suerte de que no nos sobreviene alguna que otra desgracia delictiva en la que estén implicados inmigrantes y que sirva para soliviantar a un municipio que, otra vez, sí, está especialmente alterado.
En ese caso que nadie tenga duda de que al tener que elegir entre la responsabilidad institucional y los cálculos electorales, a pesar de que a estas alturas, y aunque parezca pronto, ¡ya está tol pescao vendío’ en lo que respecta a lo más alto del pódium, Paco Góngora y el PP, fieles a sí mismos, elegirán el cálculo electoral. Pronunciemos el sonido primordial om, meditemos, recemos para que no recaiga la desgracia otra vez sobre nosotros, porque además, si soslayamos las cuestiones espirituales y reputacionales, El Ejido se juega los cuartos en todo esto y no nos podemos permitir otros skandalón, o dicho a nuestra manera; un pedazo de losco como un demonio de grande en medio de la carretera que tanto costó construir.