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PP, ruina para el campo

El PSOE, digámoslo claro, no sabe hacer oposición 365 días al año y todos los años en los que les toca estar en el banquillo.

 

Hay un pequeño chascarrillo que corre por el poniente almeriense más woke y que viene a decir que, desde las asociaciones agrarias de referencia (COAG, Jóvenes Agricultores), indudablemente muy fuertemente vinculadas al PP y ahora también a Vox, aunque ellos lo negarán, claro, que viene a decir que cada vez que bajan los precios del género (mayormente verduras, y algo de frutas) que se cultivan bajo plástico aparecían pintadas tipo: PSOE RUINA PARA EL CAMPO, o, con la Junta en manos socialistas: LA JUNTA NOS QUIERE HUNDIR y cosas parecidas, que gobernando el PP en Madrid se convertían, si acaso, y en plena OPERACIÓN SAQUEO DE MONTORO, en HACIENDA NO ES EL TODO JUSTA CON LOS AGRICULTORES, y que ahora con Moreno Bonilla en la Junta y tras notables despropósitos de la señora Crespo y el señor Fernández-Pacheco —ambos de Almería, pero ninguno de los dos con una formación mínima sobre el sector agrícola almeriense y andaluz y los intríngulis del agua, así pasen cien años— se ha convertido en un locuaz silencio: ya no hablan de las políticas agrarias de la Junta ni las paredes ni los líderes de la patronal agraria de productores en los medios.

Siempre se ha dicho que los ideologizados y confundidos agricultores del Poniente Almeriense, Níjar y la Costa Tropical granadina se encontrarían con su particular Armagedón con las derechas gobernando en todas partes, desde los municipios hasta Europa, y que entonces se darían cuenta de la calidad de sus aliados. Ya solo les queda para ser gobernados en exclusiva por derecha y extrema derecha el gobierno central, el mismo que apostó con gobiernos de centro-izquierda y de izquierdas por desaladoras, depuración de aguas, regularización de los trabajadores agrícolas, presión en Europa con la PAC, acuerdos razonables con terceros países, creación de infraestructuras viales y ferroviarias, etc. ¿Errores? Muchos, seguro que sí, pero, ¿alguien me podría citar tres medidas de calado de la Junta en estos siete años de gobierno del PP que no sean arreglillos coyunturales y sobrevenidos? En Agricultura, como en Sanidad o Educación se está en el postureo, la campaña electoral continua y las foticos.

En estos días, mientras miles de agricultores pimienteros viven su particular Armagedón contra el Thrips parvispinus, transmisor del virus que acaba con las plantas, la Junta se limita a publicar un pequeño artículo de recomendaciones obvias, y por tanto perfectamente prescindibles por conocidas, de los organismos pertinentes.

En estos días, decía, el consejero de la Junta de Andalucía, Fernández-Pacheco, se hace ver en la firma de un convenio, conocido ya como CUMBRE DE LAS MACETAS, junto al alcalde de El Ejido Francisco Góngora Cara (PP) en la firma de un convenio, sin duda fundamental para el PIB ejidense, en el que, por utilizar un lenguaje administrativo casposo: ‘se ha procedido a la firma de un acuerdo entre una escuela agraria de la zona y un restaurante local para que los alumnos se hagan cargo de las plantas aromáticas del nuevo ‘invernadero’ del citado restaurante (por lo que se ve en las fotos una treintena de maceteros).

Si ya de por sí hay cierta polémica local por la discriminación positiva a dicho restaurante (modificación de las normas urbanísticas para facilitar la construcción del citado invernadero, en la práctica la ampliación con una terraza de dicho restaurante, el acuerdo para la explotación del Cuartel de Carabineros en favor del mismo restaurante y la implicación de este mismo restaurante en el proyecto El Ejido Gourmet Quality de proyección más bien local, con lo cual no se entiende muy bien su función), la firma de este convenio roza el esperpento. Si este acuerdo se formaliza con el PSOE en el poder en Sevilla con la actual zozobra por los problemas de virosis en la zona, que a nadie le quepa duda que los ‘sindicatos’ le habrían montado una ‘performance’ al alcalde Francisco Góngora (PP) y sus invitados que habría llegado a Bruselas, con declaraciones indignadísimas del otro Góngora, el de COAG. Tiempo habrá en que les toque a los Quevedos y a los Gracianes.

Todos sabemos qué se puede y qué no se puede hacer desde las administraciones, pero ahora el PP se ha encontrado con Vox la horma de su zapato, un Vox que ya ha echado mano de su proverbial MAGIA VERDE, como siempre ha hecho el PP con su charrán carroñero mágico, para solucionar los problemas, también los de virosis, con un chasquido de dedos, señalando como culpables de la citada virosis a la CE, a Pedro Sánchez, eso siempre, y al PP (hasta que se den ya definitivamente en el gobierno de la Junta el ‘sí quiero’ y nos lleven al precipicio a todos).

El PSOE, digámoslo claro, no sabe hacer oposición 365 días al año y todos los años en los que les toca estar en el banquillo. También es verdad que para eso también se necesitan medios; mass media, y dinero, y de eso al PP le sobra siempre, y si no se lo buscan, pero a los demás como que no les llega. Durante décadas, desde el PP se ha manipulado a los agricultores con mentiras grotescas y ahora está empezando a tocarles a ellos tomar la misma medicina, pero, por lo que sea, el agricultor medio es del Madrid y no se indignan tanto con los suyos. Vivimos en una zona, que, dada sus especiales características, no ha crecido gran cosa intelectual y políticamente en 50 años. Una zona políticamente infantil, sin formar, que los espabilados de turno, muchos de ellos navegantes transversales, de esos hay muchos siempre, intentan y logran explotar para su propio beneficio. El Ejido en concreto, que adelanta tendencias (25 años exactos del puente en sucesos migratorios El Ejido-Torrepacheco) también se adelanta en una victoria aplastante de Vox, al menos sobre el papel de las encuestas, y en un pacto ya casi sobreentendido, entre PP y PSOE para evitar la llegada de los bárbaros, algo que acabaría definitivamente con las posibilidades de los partidos progresistas, del centro real a la izquierda, de tomar el relevo. De hecho, la anterior crisis de gobierno PP/Vox en el municipio se solventó con la ayuda del PSOE, pero eso no da para que se tomen en serio ni siquiera la investigación d ellos actos vandálicos en la sede del PSOE local. Y eso  que tanta colaboración, a mi juicio, puede herir de muerte las posibilidades del PSOE y la alternativa progresista en toda la provincia, porque El Ejido no solo adelanta tendencias (también fue el primer municipio importante en manos del PP) sino que ejerce una gran influencia, para muchos imperceptible, desde Níjar a Motril, pese a la gran bajada de peso específico del municipio estos últimos años.

La sede del PSOE, y ya cabo, ha sido atacada cinco veces. La más atacada de España, sacaba en su portada un diario local que si saca en portada El Ejido es para algo negativo, se suele decir en el municipio. A la quinta, obligado, ha condenado el alcalde Góngora (PP) el ataque a la sede del PSOE, pero añadiendo no sé qué de los okupas (seguramente le ha traicionado el inconsciente con un asunto relacionado con la okupación que le preocupa), pero nada ha dicho de las pesquisas que se llevan a cabo, se supone, para dar con los ‘grafiteros vandálicos’, que por lo que se oye en El Ejido son bien conocidos y hasta se rumorea de qué barrio son. Como algunos dicen, ese infantilismo de pintura en spray de los sindicatos verticales agrarios ya está en el ADN de muchos, ya talluditos y con vástagos, que, además de los muchos virus ideológicos ya asimilados, cada vez que surge un problema, por ejemplo de virosis en su invernadero, echan mano del spray y el señalamiento de culpables. No, ahora no hay un especial virus de intolerancia en El Ejido hacia al PSOE y las izquierdas, es el mismo de siempre, ya fósil, los de las pintadas son siempre los mismos, y saben que desde el ayuntamiento no se van ni a preocupar en dar la orden de investigar los daños en la sede socialista de este municipio. Ni eso. Unos impresentables.