Los obispos españoles que, pese a que Jesús de Nazaret les avisó que no podían servir a dos señores, metieron en sus catedrales, en sus mentes y en sus corazones a don Francisco bajo palio, aparecen ahora pidiendo elecciones.
Desde 1936 hasta ahora no han pedido elecciones. En la santa romana iglesia no hay elecciones en las que sus miembros eligen algo, pero los obispos pontifican por lo civil para que los demás, que no son ellos, hagan lo que ellos no hacen.
También lo advirtió Jesús de Nazaret respecto a las autoridades religiosas judías: no hagáis lo que ellos hacen porque dicen pero no hacen. Los obispos españoles quieren elecciones en defensa de los derechos de los españoles. Estos caballeros profesionales de los ritos no han tenido a bien alzar la voz condenando nominatim los crímenes del Estado de Israel contra los palestinos de Gaza cuando el gobierno español lo hacía y defendía los dos estados (eso era hacer política y ellos solo hace oraciones y colectas); no han tenido a bien enfrentarse con las comunidades autónomas que se niegan a acoger menores no acompañados que malviven en Canarias; no se han opuesto a los planes de rearme de la OTAN cuya financiación reduciría el dinero destinado a Salud, educación, acciones sociales.
Pero quieren elecciones. En el Libro de las horas, Rainer María Rilke, refiriéndose a la Divinidad, escribió:” Todos los que te buscan, te tientan. Y de esta manera te atan a imágenes y estos”. Los obispos que predican las elecciones aquí y ahora graban la imagen de don Núñez y don Abascal en su paño al púlpito , y la asocian a sus gestos. Como el cardenal Gomà, brazo en alto, para la historia patria.