Maria Dolores Cospedal

Él mismo, Javier Arenas, fue conocedor y partícipe de otras cacerías similares de las que, quizás, ya ni se acuerde.

Cataluña y Villarejo están hundiendo la campaña popular en Andalucía. La presencia de Pablo Casado anula al candidato Juanma Moreno.

Villarejo, el chivato más astuto del reino, suelta con cada vez menos cuentagotas información que pone en la picota a políticos y jueces renombrados.

Y es que la única vía para sacar a la derecha del atolladero pasa por su regeneración completa, de los pies a la cabeza, limpiando su estructura a fondo.

La unidad no es un argumento válido solo para asegurarse el poder uno mismo. ¿O es que acaso la unidad no es posible si es otro quien gobierna el partido?

Al menos a finales de mes algunos podremos cobrar los atrasos de la subida de las pensiones, la que nos negaron los paisanos Montoro y Fátima.

Su temor atávico a elementos básicos de la Democracia se pone de manifiesto con la resistencia a que voten sus propios afiliados, sin intermediarios.

Incógnita tras la batalla del sur: ¿puso Arenas huevos en la canasta almeriense de Cospedal o bastó con que Zoido enseñara unos ‘papelicos’ a Gabriel Amat?

¿Y Javier Arenas, a quien apoyará el veterano líder andaluz? De momento no se ha pronunciado públicamente aunque todo hace pensar en Soraya.

Soraya contaría con el apoyo de Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva. Cospedal con Córdoba, Jaén, Granada y Almería