Tres presidentes sin corazón
Tenemos en Andalucía un presidente, Moreno Bonilla, al que algunos llaman Juanma, que siempre quiere dar una imagen templada.
Tenemos en Estados Unidos un presidente, al que algunos llaman Donald Trump y otros “*****”, que entre muchas barbaridades, está demostrando su falta de sensibilidad, menor que la de un mosquito, y su desprecio hacia todo ser humano; por ejemplo, ante el reciente accidente aéreo con decenas de muertos, lo único que se le ocurre es “encontrar” antes que nadie a los culpables que, por supuesto, nunca es alguien próximo a su responsabilidad. Utiliza una tragedia para pretender “convencer“ a alguien de que él es un presidente distinto de los que le precedieron ¡De eso, estamos convencidos todos …!
Tenemos un presidente del Partido Popular a nivel estatal, llamado Feijóo, al que los jubilados nunca le han importado. Siempre y cada vez que ha podido, ha votado en contra de la subida de las pensiones de los millones de jubilados; ahí están los hechos y hoy, cuando está viendo que, por fin, nos hemos dado cuenta de cómo se las gasta este partido y su presidente, ha reculado y ahora parece que ¡por primera vez! él va a apoyar una subida de las pensiones. ¿Seguirá oponiéndose a que el Gobierno de Pedro Sánchez transfiera miles de millones a las C C Autónomas para mejorar la sanidad pública y la dependencia? Insisto, A Feijóo nunca le han preocupado las personas mayores, ni su paga, ni sus cuidados personales, ni la sanidad que requieren y merecen.
Tenemos en Andalucía un presidente, Moreno Bonilla, al que algunos llaman Juanma, que siempre quiere dar una imagen templada, de cercanía, de bondad, recordando ese término de bonachón al que tanto se quiso apuntar el “emérito”; pero que sin piedad, aunque con sigilo, está destrozando la sanidad andaluza, llevándonos a los enfermos, como lleva el poder israelita a los gazatíes, hacia la sanidad privada, como si fuéramos un rebaño. En el fondo, el mensaje silencioso cada vez se oye más fuerte: “si te quieres curar, ve y paga que nosotros cada vez te vamos a dar menos oportunidades”. Las citas médicas, más tardías, las pruebas médicas, más tardías, las operaciones quirúrgicas, más tardías, los dolores más fuertes los fallecidos más numerosos y los familiares, gastando sus ahorros para que el enfermo, su enfermo, se cure. No le importa que la persona mayor no tenga cuidados por la dependencia. Muchos se mueren sin recibir ninguna atención. Cuando les llega, ya están bajo tierra. Y “Juanma” de esto sabe mucho, porque ya con Rajoy él era el responsable(¿?) de la dependencia a nivel estatal y bien que nos quitó a todos una financiación que era fundamental para que aquellos mayores no fallecieran sin cuidados y solos. Ayuso tuvo de quién aprender, y hoy él está aprendiendo de Ayuso…
Son tres ejemplos de personas que no tienen corazón, por eso no les importa depender de la sanidad privada, porque nunca tendrán que someter su corazón a revisión, ni a pruebas médicas ni a tratamientos , ni… ¡Ventajas de no tener corazón!
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