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Una mihina tarde, ¿no?

La nota de la Casa Real es una bajeza ética y política.

Cuando España está recluida manu militari en casa de sus ciudadanos, cuando no pueden hacerse reuniones políticas, ni manifestaciones públicas, cuando nueve mil españoles están infectados y trescientos han sido enviados a su Creador, precisamente el monarca y jefe del Estado pone a apear de un burro a su señor padre, incumpliendo, además del cuarto mandamiento de la Ley de Dios, el artículo 991 del Código civil que dispone que nadie podrá aceptar ni repudiar (una herencia) sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a la herencia. ¿Cree don Felipe de Borbón y Grecia que los ciudadanos españoles somos todos estúpidos, lerdos, tontos de baba, idosos o toleamos?.

 

Los tiempos de Prado y Colón de Carvajal et alía, los años de Mario Conde et alía, los negocios murmurados y callados por una prensa afecta al franquismo latente y amparados por ministros y presidentes de gobiernos socialistas y conservadores, ¿no los conocía el actual monarca que ya tenía una rampante novia nórdica de moito bon ver?. Quizá sólo sabía lo que deseaba saber, ya que gobernantes, diputados, gentes de los partidos, escoltas y guardias reales , amén de ínnumeros plumíferos, callados como rabizas y colipoterras, sabían o se enteraban, o tapaban las andanzas negociadoras o amatorias y deportivas de niño bien del viejo rey, padre del denunciante ahora.

 

Cuando el viejo rey empezó a dejarse ver con la tal Corina y a fusilar elefantes en países de tercer mundo, este monarca que ya era mayorcito debió pararle los pies, al igual que el presidente del gobierno de España y los diputados en Cortes. Pero el atado y bien atado de don Francisco los transformó en papamoscas de la catedral de Burgos. Y muchos de ellos, ahora hablan de las cloacas del Estado. Ellos tenían puestas las botas de agua a medio muslo y hoy se hacen los maestros morales del viejo rey. Engañadores pagados siempre por el que en cada momento lleva el BOE.

 

La nota de la Casa Real es una bajeza ética y política. El viejo rey, amamantado por el general Franco política y económicamente, vivió lo que aprendió y se le consintió por los que gobernaron España desde 1978 al día de hoy. El viejo rey debió ser obligado a dejar la jefatura del Estado cuando empezó a ganar dinero desde ella al margen de su sueldo oficial. Es indignante que la Administraci,on del Estado le exija la devolución a una viuda que ha cobrado la miseria de 300 € al mes de esa pensión y el paro, porque son incompatibles, y socialistas, aznaristas, convergentes, ezquerristas, peneuvistas y canarios flauta muy puestos,  rajoyistas, casadistas , arrimadistas y abascalicos no hayan exigido igualdad ante la ley al viejo rey a base de triquiñuelas legales de funcionarios a quienes les viene al cuello el deseo shakesperiano ¡acabemos con los legüleyos!.

 

 
Pero ¿qué dignidad tiene la clase política de este país, incluido el señor Iglesias y sus mesnadas, que ha tolerado y silenciado los desafueros del viejo rey, de dinero, de lujos de play boy, de desprecios a su esposa, una reina de España, y ahora cuando el viejo león esta humillado y listo para el descabello se permite que nada menos que su hijo, que está donde está por él , lo ponga en la picota pública como si fuera un comisionista de la Gurtel?. Pero, ¿qué clase de miseria moral y de mezquindad humana anida en la clase política española y en la casa real para llegar a esta befa a los españoles?.

 

Si las Cortes generales de las Españas conservan algo de la entereza política del señor Tarradellas, del lehendakari Aguirre, del señor Castelao, de don Julian Besteiro, del señor Gil Robles, de Dionisio Ridruejo, deJulian Grimau, de monseñor Añoveros  deberían contar el pueblo español, en quien reside la soberanía, qué es lo que ha ocurrido en los años ocultos de la monarquia juancarlista, que ellos han tolerado y tapado. E inmediatamente convocar un referéndum sobre la forma politica del Estado.

 

No soy monarquico ni lo he sido nunca desde que en el colegio de los hermanos  me enseñaron, ce por be, historia de España. Pero me indigna que el actual rey y los politicos vivos que han ocultado las hazañas del rey don Juan Carlos, hagan de él un monigote de pin pan pun. Es un hombre y un anciano y no se merece la hipocresía de los pilatos que se quitan a su costa, las pulgas que han tolerado y cultivado para hacer, con ese silencioso chantaje, de su capa un sayo en lugar de tener la hombría de habersele impuesto con la ley en la mano y haberlo procesado cuando podía defenderse.