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Congreso de vino y rosas

Javier_Menezo
Javier Menezo*

Este fin de semana me fui, tan dispuesto, de observador al Congreso del PSOE. Dice la sabiduría popular que cada uno cuenta la feria según la va en ella. Para mí fue un poco aburrido. Para otros, en cambio, estuvo entre feria de abril y boda de Rociíto.

Si, para mí fue un poquito aburrido. El sistema democrático lo es, de ahí su éxito. Dinamarca políticamente es un país predecible, sus habitantes no tienen nada importante por lo que pelearse. El aburrimiento es, por tanto, síntoma de estabilidad política. España no es así, aquí cada día tenemos algo emocionante con lo que desayunar: el presidente de una Comunidad detenido por corrupción o lo mejor de nuestra élite económica acogiéndose a una amnistía fiscal. El PSOE, al fin, tras unos años de animación, celebró un Congreso aburrido. Tras la épica, la gestión, los debates, las enmiendas, los proyectos. Me di por satisfecho con saber que las conclusiones no serían las de José Carlos Díez cuando redactó la ponencia de la gestora, que en versión libre rezaba así: si hay un tío por ahí, por el suelo, habrá un socialdemócrata tumbado a su lado.  Los socialistas cambian y acompasan su cambio al de un país de ciudadanos, más indiferentes ante la política tradicional pero menos tolerantes con ser tomados como sujetos pasivos de su propio destino.  Una contradicción que los partidos, viejos y nuevos, tienen difícil afrontar.

 

Y sí yo me aburrí un poco, otros tuvieron una pequeña Feria de Abril, y lo grabaron en video. 

 

Observando, vi que la Ejecutiva de Sánchez no cumplía con el tradicional reparto de facciones territoriales. Con ese dato se le acusa de falta de integración, que, para mí es un concepto sobrevalorado. Históricamente la integración consistió en reservar una cuota a personas a las que les caes mal, pero mal, y que esperan una señal para juntarse, dimitirte y montarte un primero de octubre. Si se busca un equipo de trabajo, es razonable tener un grupo cohesionado en un mismo objetivo.  En Maquiavelo para el Siglo XXI, Ferrán Caballero dio una definición del Pedro Sánchez I que tenía su punto: “…Se le rebeló el partido entero, lo que no nació más que de su excesiva afabilidad, de su falta de carácter y de crueldad, por lo que había dejado a sus compañeros y compañeras más libertades de las que convenían a sus intereses y los de su partido”. Lección aprendida, Ejecutiva cohesionada.

Y sí yo me aburrí un poco, otros tuvieron una pequeña Feria de Abril, y lo grabaron en video.  Diez y media de la noche. Cruzaba del hotel hacia el Palacio de Congresos  y ¿quién creen que venía embalada de frente? Exacto, Susana Díaz. Un poco así como cuando te llaman y te dicen: oye, te he pedido una cerveza. Piensas: ¿Por qué, a ver, por qué me pides una cerveza, que cuando llegue estará caliente? pero tienes que salir corriendo.  No entiendo, por tanto, algunas críticas a ese acto fraternal. Cuando has tenido que reservar el sitio no te queda otra.  Te van a cobrar igual, vayas o no, y la culpa es de los Organizadores por no poner hora de finalización a las ocho y media, como el horario comercial.

 

Tras afirmar que lo mejor que puede hacer por el Partido a nivel nacional es ganar en Andalucía, señaló que iba a ganar el Congreso Regional.

 

El video recoge momentos emotivos, de exaltación de la amistad, tan necesaria en política, combinado con un excelente buen. Los tres primeros minutos se ve a Susana Díaz gritando Mario, Mario y allí no aparece nadie. El público que se pone tenso. Debería haber hecho como en la tele. Llamo, no lo coge, paso al siguiente. La siguiente fue Verónica Pérez. Estaba en primera fila. Díaz la llama y la llama, sin resultado. Una voz dice, por ayudar: máxima autoridad. Y entonces sí, entonces se sabe quién es y donde está. Ven, ha aceptado con simpatía su otro nombre.

En su intervención, ante una audiencia entusiasta, Díaz repitió palabra por palabra lo que antes había dicho en la Puerta del Congreso. Un ejemplo de coherencia e ir con la lección aprendida, que debemos celebrar. El único pero, es que repitió un poco la actitud que le llevó a la derrota de mayo. Esa tentación de patrimonializar el partido. En justicia no puede decir que los allí reunidos eran el todo. Cae, de nuevo en excluir a una parte y sabe cómo se la gastan los sin parte. Al final demostró que su herida aún está mal cicatrizada. Tras afirmar que lo mejor que puede hacer por el Partido a nivel nacional es ganar en Andalucía, señaló que iba a ganar el Congreso Regional. Pero, para eso tendría que vencer a otros socialistas andaluces, tan socialistas y tan andaluces como ella. Sería el calor, pero dio la sensación de que consideraba aliens a los que no estaban con ella. Que, por cierto, se encontraban en el Congreso. Trabajando, los muy sosos.

 

*Javier Menezo es Abogado. Letrado del SEPE (INEM). Militante de base del PSOE

@javimenezo