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La Comisión de Investigación de la Formación parecerá una romería

Pepe Fdez
Pepe Fernández

La Comisión de Investigación sobre los cursos de formación está examinando cerca de seiscientas – exactamente 591– solicitudes de comparecencias ante la entidad parlamentaria creada al efecto. Una romería va a parecer el cónclave parlamentario de prosperar tanta petición y que, según algún partido, podría ser ampliada con lo que se está encontrando en sus primeras indagaciones.

En las peticiones no se han olvidado ni siquiera del master chef del socialismo onubense, Gonzalo Rodríguez Nevado, alcalde de Punta Umbría y administrador o propietario de la marisquera El Paraíso, restaurante beneficiado por importantes subvenciones para formación en los tiempos de vino y rosas. Durante años El Paraíso ha sido el punto de encuentro gastronómico de la flor y nata del socialismo, la derecha y de la alta sociedad de Huelva.

Por vez primera se tiene la sensación, ante el lento y titubeante arranque de esta comisión de investigación, que van a ir más rápidos los trabajos de la instrucción judicial que los de la propia comisión, que tan solo debiera limitarse a buscar responsabilidades políticas. Por tanto, si alguien cree que la comisión debe ser un tribunal de Justicia, se habrá instalado en un error político que taponará, en este caso, la transparencia que exige la opinión pública sobre los casos de corrupción política.

Punta Umbria el paraiso
Placa que aparece actualmente en la entrada de El Paraíso en Punta Umbría con rastros de subvenciones.
“Cebar la red”

Los  ciudadanos nos daríamos con un canto en los dientes si, al final del largo proceso que comienza en sede parlamentaria, nos acabamos enterando donde empiezan a anotarse las responsabilidades políticas y donde las penales, siendo estas últimas materia exclusiva de los numerosos Juzgados andaluces y Fiscalía que investigan el caso de la formación. Al igual que conocer cómo se las maravillaba el exconsejero Ángel Ojeda para tanto como destacaba, con 50 millones en subvenciones. Saber, en definitiva, si para vigilar el dinero de la formación ocupacional se usaron los mismos filtros que en los Eres, o por el contrario estamos ante una nueva estructura gerencial y política, que ha repartido millones con discrecionalidad y parece que sin control. O lo que es lo mismo, algo mucho más escandaloso que los Eres porque aquí si se ha manejado mucho más dinero cuyo uso no ha sido justificado.

Que habrá funcionarios implicados, seguro. Pero existe el convencimiento y la certeza de que en la Junta de Andalucía de la era Chaves, el dinero que salía para, entre otras cosas, cebar la red clientelar socialista, estaba tutelado por funcionarios políticos  y, a veces, desde las mismísimas agrupaciones del partido.

Un ring

No debe pues sorprendernos que la comisión andaluza se convierta en una especie de ring donde, PSOE y PP, jueguen una vez más al ‘y tú más’. El PSOE ha pedido que comparezcan funcionarios de otras comunidades gobernadas por el PP – Galicia y Madrid–, se supone que para demostrar que en todos sitios cuecen habas porque allí también tienen procedimientos judiciales abiertos.

Es el único camino que le queda al PSOE, conocedor como es y mejor que nadie, de lo que se oculta, políticamente hablando,  tras la millonada no justificada de la formación que durante años han repartido por toda Andalucía. Ojo, una distribución en la que los socialistas se han cuidado mucho a la hora de justificar una supuesta objetividad y pluralidad política, de tal forma que en los listados aparecen todo tipo de entidades y, por supuesto, muchas vinculadas o próximas a la derecha, a la Iglesia o importantes grupos de comunicación.

Bonilla y la corrupción

El PP lo tiene crudo a la hora de hablar en Sevilla contra la corrupción mientras que en Valencia revientan las cloacas del partido con la Operación Taula. Moreno Bonilla parece que, como Rajoy, no está legitimado en Andalucía para dar lecciones sobre corrupción; entre otras cosas porque ya ha logrado conocer los rincones más oscuros de su casa y, por ejemplo, que se empiecen a materializar en papel judicial las investigaciones sobre la Trama Amat en Almería, algo que le debiera preocupar. Habrá noticia en unos días sobre ese procedimiento. Sobre todo ahora, que Amat y Arenas le acaban colocar a una mujer de la confianza de ambos, Mari Carmen Crespo, como portavoz parlamentaria. Crespo es otra figura a la que fácilmente podrán acallar en el Parlamento por las cosas de su partido en la circunscripción almeriense por la que es diputada.

Ciudadanos se la juega
Julio Diaz Ciudadanos
El diputado de C’s Julio Díaz, Presidente de la Comisión

Pero si hay un partido que se la está jugando en esta ocasión tanto como los otros es Ciudadanos.

Ejercen la presidencia de la Comisión de Investigación a través del diputado Julio Díaz y ello les otorga un plus de autoridad como árbitros, pero sobre todo como quienes hace tan solo unos meses prometían a voz en grito lejía y estropajo para limpiar a fondo la caca de la vieja política.

Los primeros pasos del presidente Julio Díaz no han sido muy afortunados. Que después de tres meses de su creación, la comisión solo haya resuelto el blindaje informativo de sus trabajos ante la prensa, tiene su toque de humor negro.

Como siempre, en los asuntos trascendentales, ha sido Albert Rivera el que ha dado el visto bueno a que Susana Díaz comparezca ante la comisión. Pronto Juan Marín se iba a complicar la vida tomando una decisión de ese calibre sin llamar a Rivera y, lo más importante, sin el ok de éste.

Ahora quieren que la presidenta Díaz sea la primera en desfilar, aunque hay al respecto división de opiniones. Si realmente interesase el fondo más que la foto de la presidenta en comisión, Susana debería comparecer más tarde. Cuando se concreten las conexiones del asunto formación con el propio partido socialista y sus estructuras, tal y como algunos grupos sospechan. Además, habría que darle tiempo a Susana Díaz, para que vaya recopilando información oficial sobre todo aquello que vaya saliendo y, una vez comparezca, aclarar todo lo que sepa, pueda y quiera.