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Tras el 20D: La legislatura no será constituyente

Aunque no parece haber reforma a la vista, se abren grandes y positivas perspectivas de perfeccionamiento en la aplicación de la norma

Emilio D. Berenguer / Opinión.- Todo queda abierto la noche del 20-D. Imposible apostar por la composición del próximo ejecutivo en estos momentos, pero la conclusión más importante es que el legislativo recupera el control del ejecutivo y esto podría plasmarse en un judicial mucho más independiente que hasta ahora.

La segunda conclusión es que el nuevo Congreso de los Diputados será mucho más representativo de la realidad del país y es muy probable que, al menos temporalmente, las encuestas del CIS reflejen la recuperación de la confianza de los ciudadanos en la política y en los políticos. Empezaremos a perfeccionar nuestra democracia, pasando de un sistema puramente representativo a otro mucho más participativo.

[blockquote style=»1″]La presidenta de Andalucía podrá dedicar todos sus esfuerzos políticos a partir de ahora a mejorar su tarea de gobierno durante los próximos años.[/blockquote]

La victoria del PP le va a permitir, forme Gobierno o no, convertirse en la minoría de bloqueo de cualquier intento de convertir la legislatura en constituyente, al haber superado los 117 escaños que necesitaba para ello. Sin embargo, los no demasiado halagüeños resultados de Ciudadanos podrían ser los responsables de dejarle fuera del Gobierno. Los votantes han pinchado la burbuja demoscópica del partido de Albert Rivera.

Podemos es el gran triunfador de la noche electoral, recogiendo así el agradecimiento de una ciudadanía que ha sabido apreciar que a su aparición se debe que el resto de los partidos haya tenido que asumir comportamientos más democráticos. No obstante, la presencia de Podemos en el Congreso podría materializarse en más de un grupo parlamentario, lo que no facilitaría la posibilidad de un acuerdo con el PSOE, sea de gobierno o de investidura.

La gran paradoja de los resultados es la del PSOE, que sufre una dulce derrota, ya que, aún fracasando en las urnas, perdiendo casi veinte escaños, podría liderar el próximo gobierno gracias a la redistribución de los escaños del Congreso entre más partidos que hasta ahora. La presidenta de Andalucía podrá dedicar todos sus esfuerzos políticos a partir de ahora a mejorar su gestión durante los próximos años.

Para finalizar, aunque no sea una segunda transición basada en la reforma constitucional, se abren grandes y positivas perspectivas de perfeccionamiento en la aplicación de la norma básica del Estado y su desarrollo podría alcanzar cotas hasta ahora desconocidas, dado el secuestro hasta ahora del parlamento por los distintos ejecutivos integrados en alternancia por el PP y el PSOE.