The news is by your side.

Se han cargado la huelga feminista

Trabajemos para que no se carguen las que vendrán.

Antes de leer el Manifiesto de la llamada “Huelga Feminista” del 8-M pensaba secundarla. Más que eso. Pensaba asumirla como propia y lanzarme a su reivindicación en primera línea de fuego. Pero una vez más las ideologías, los partidos y la manipulación se encargan de echar por tierra reivindicaciones que es imprescindible hacer. Y hacer ahora. Nadie que tenga una buena cabeza sobre sus hombros puede sustraerse de la imperiosa necesidad de erradicar inmisericordemente los restos de machismo que aún por desgracia subsisten en nuestra sociedad. En grado superlativo en muchos casos. Como tampoco será renuente a apoyar decididamente la efectiva igualdad entre todos los seres humanos, sean hombres o mujeres, más allá de los derechos recogidos en una ley o en una Carta Magna. Y si la Huelga fuese dirigida precisamente a esto no habría problema. El problema, claro, es que no es el propósito de sus impulsores, aunque sí lo sea el de muchas personas que van a secundarla. Yo, lamentándolo enormemente y en honor a mis convicciones más profundas, no puedo hacerlo.

 

Y no puedo hacerlo porque el feminismo y las reivindicaciones de este signo tienen que ser a-ideológicas. No pueden estar nunca supeditadas al dictado ni de las ideologías políticas ni a la dictadura de los partidos políticos, ni mucho menos al imperativo inquisitorial del Pensamiento Único. Esta Huelga, por desgracia, lo está. Basta mínimamente con leer el Manifiesto de la Convocatoria  para constatar ampliamente que se trata de una Huelga Política, no meramente reivindicatoria. De la misma forma que los Sindicatos más importantes y representativos han instrumentalizado tradicionalmente las necesidades de los trabajadores para su propio beneficio político y de poder, los colectivos feministas más sectarios, junto con los Sindicatos UGT y CC.OO otra vez, hacen lo propio para publicitar su ideología de género, socialista y comunista. De esta forma vedan así la participación a quienes no comulgan con sus postulados, criminalizándolos de paso y tachándolos cínicamente de machistas y de retrógrados, cuando no habrá nada más machista y más retrógrado que manipular una situación de desgracia que viven millones de mujeres en este país y en el mundo para hacerse un hueco en el panorama político y asociar la reivindicación con una ideología. Y da igual si prohíben símbolos políticos o no lo hacen. El mensaje del Manifiesto es tan claro y contundente que no hace falta añadir nada más. Todo el mundo sabe qué significa. Las mujeres que van a asistir a la huelga para liberarse del patriarcado que sepan que van de cabeza a la tiranía de la ideología política, para la que ellas no son más que carne de cañón, y que no le importan lo más mínimo.

Basta mínimamente con leer el Manifiesto de la Convocatoria  para constatar ampliamente que se trata de una Huelga Política, no meramente reivindicatoria.

 

Esto ya de por sí será suficiente para replantearse la cuestión. Pero aún más si cabe lo es que los colectivos impulsores han impelido a los hombres a no asistir a una convocatoria que se efectúa tan sólo para mujeres, contraviniendo la igualdad y la no discriminación que ellas dicen enarbolar por bandera, contraviniendo de forma hiriente ese sacrosanto artículo 14 de la Constitución Española, que dice: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Si esto es lo que se entiende por Feminismo, me borro. Tanto más cuando nada se dice en una convocatoria a favor de la igualdad sobre las leyes discriminatorias hacia el hombre que estos mismos colectivos han metido en la agenda política, que asumen la presunción de culpabilidad para el hombre por el hecho de ser hombre, la inversión de la carga de la prueba y la determinación de la pena no en función del delito que se comete sino de quién lo comete. Si tuvieran valor real de reivindicar la libertad y la igualdad para todos, sin categorías y sin fronteras de ningún tipo, jamás se olvidarían de esto. Como de la misma manera nunca osarían utilizar a las mujeres y a los engañados para secundar propaganda política camuflada con reivindicaciones necesarias que todos, como ciudadanos, estamos obligados a hacer.

 

No se engañen. El truco es explícito: ‘o apoyas mi huelga o eres machista’. Después de dejar claro que si soy hombre es mejor que no vaya, pero que colabore. Después de criminalizarme por pertenecer a la ‘estirpe” masculina y apoyar leyes que me desamparan legal y socialmente. Después de imponerme tu ideología socialista, comunista y totalitaria como bandera y condición para el apoyo. Después de amenazarme con la pistola de la condena social si no asumo tus postulados. Poco se conseguirá así. Por más huelgas o manifestaciones que se hagan. El Feminismo debe ser algo por encima de las ideologías políticas o no ser. Todo lo que vaya encaminado a infectar al feminismo de las posturas radicales, discriminatorias, de la diferencia o hembristas ha de ser desterrado por el bien de la efectividad de las reivindicaciones y del fin de la violencia. Que bastante tenemos ya.

 

Cuando se haga una huelga en la que no me obliguen a suscribir un programa político ni a valorar a las personas en función de su sexo o de su género, allí estaré. El primero. Pero esto es un disparate. Así se han cargado la huelga feminista. Trabajemos para que no se carguen las que vendrán.