The news is by your side.

Tras el 20D: El caballo de Troya

En el ambiguo panorama que dibujan en Cataluña los resultados electorales, Podemos se revela como la principal incógnita

Regina Farré/ Opinión.- Solo sé que no sé nada, dijo Sócrates. Algo parecido repito en esta noche electoral después de una frenética lucha hasta el ultimísimo momento ante las urnas…

¿Qué ha pasado esta noche en Cataluña? Podemos ha ganado las elecciones con 12 diputados y se estrena en el panorama catalán, seguido de Esquerra Republicana con nueve escaños, el triple que en las últimas generales del 2011, empatados a ocho diputados los socialistas y Democracia y Libertad –antes CiU– ambos han perdido seis y ocho escaños respectivamente, Ciudadanos se estrena también con cinco diputados los mismos que obtiene el Partido Popular, que en cambio pierde seis diputados.

En qué ha variado los resultados de estas generales en relación al escenario de las últimas elecciones autonómicas: sinceramente creo que seguimos atascados o quizás peor enredados en una sopas de letras que sólo puede favorecer a los independentistas. Artur Mas no ha podido ser investido presidente de la Generalitat tras las elecciones de septiembre al no contar con el apoyo de la CUP, organización independentista de extrema izquierda que ha pedido su cabeza.

[blockquote style=»1″]En resumen en Cataluña el bipartidismo se hunde porque ni socialistas ni PP tienen posibilidad alguna de ser relevantes en Madrid.[/blockquote]

Todo el mundo creía que las generales iban a clarificar el panorama y facilitar el proceso hacia la independencia de Cataluña o reforzar la posición contraria. Pues bien, no ha pasado ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. La fuerza ganadora de estas elecciones en Cataluña ha sido la versión catalana de Podemos (En Comú Podem) formada por la coalición municipal de Ada Colau, Equo, dos variantes del antiguo PSUC, el histórico partido comunista catalán y la organización catalana de Podemos. En su programa electoral han presentado un punto que a mi entender les ha dado la clave del éxito: la promesa de un referéndum vinculante en Cataluña. El redactado es tan ambiguo que no queda claro si van a propiciar una consulta fuera de la Constitución, como han pretendido desde siempre los independentistas, si van a combatir parlamentariamente por una reforma de la Carta Magna que abra el proceso secesionista o simplemente han incorporado a su programa un guiño a los votantes de izquierda a los que siempre les seduce abrir puertas y no cerrarlas.

En resumen, en Cataluña el bipartidismo se hunde, porque ni socialistas ni PP tienen posibilidad alguna de ser relevantes en Madrid. Los independentistas andan divididos, pero siguen sumando más diputados que nadie y seguro que de vez en cuando sus intervenciones van a erizar la melena de los leones del Congreso. Y Podemos, ¿qué va ha hacer? Espero sinceramente que no se convierta en un caballo de Troya del secesionismo. No tardará en verse.