El agua y la sal
Estos miembros del Gobierno de ahora se equivocan una barbaridad._Mujer, el que tiene boca…_Pero es que se equivocan la mar._¡Qué mar, si no se pueden mezclar el agua y la sal!
_María del Carmen, estoy preocupadísima.
_¿Y eso?
_Porque yo de toda la vida de Dios después de mis caminatas llegaba a mi casa y ¡hala! mi barreñito con agua y sal. Y a poner los pies en remojo.
_Yo, igual, incluso después de las partidas de canasta, que se te ponen los pies como botas.
_Sobre todo si estás perdiendo…
_Eso es, ¿y a qué se debe tu ansiedad, niña?
_Chiquilla, a lo que ha dicho la portavoz del Gobierno.
_¿Qué pasa ahora?
_Ha dicho que el agua y la sal no se pueden mezclar.
_¿Por el Covid?
_No necesariamente.
_Habrá sido un lapsus.
_¿Un qué?
_Un lapsus es como un lazo, que luego te ata, pero dicho en latín, que queda más intelectual.
_¿Pero a qué te ata?
_A tener que dar explicaciones. Vamos, que donde dije digo, digo Diego.
_Pues yo no la he escuchado dar explicaciones.
_No habrás puesto el televisor cuando las diera, niña.
_Pero es que es la portavoz del Gobierno.
_Esta es la chiqui, ¿no?
_Sí, la Montero, la vecina de barrio de la Susana Díaz
_¿La Susi?
_Claro. Ese barrio da mujeres de tronío.
_A ver, ahí tienes a la Pantoja.
_Yo creo que ella se enajenó cuando vino a decir que las mujeres somos la sal de la tierra.
_¿Por el 8-M?
_A ver, ¿se acuerdan los políticos el resto del año de nosotras?
_Es verdad, aunque yo tengo otra tesis.
_Niña, ¿pero tesis de las que hacen los políticos?
_No, mujer, genuina, como las réplicas.
_Pues desembucha.
_Yo creo que ella quiso decir como el agua y el aceite.
_Y se frenó, porque ella es también ministra de Hacienda y el aceite está por las nubes, ¿no?
_Como para mezclarlo con el agua…
_Pues una cosa te voy a decir. Estos miembros del Gobierno de ahora se equivocan una barbaridad.
_Mujer, el que tiene boca…
_Pero es que se equivocan la mar.
_¡Qué mar, si no se pueden mezclar el agua y la sal!