Ayusi emperatriz
Ella, la única capaz de comprender que todo su imperio es uno y sin fisuras aunque como Jano tenga dos caras.
Los amigos de Orban, primer ministro de Hungría, subditos de los Habsburgo en tiempos idos, Abascal y sus colaboradores, también añorantes ellos de imperiales rutas por los Austrias recorridas y primos de aquellos, han encontrado en Madrid a su nueva emperatriz. Ella, la única capaz de comprender que todo su imperio es uno y sin fisuras aunque como Jano tenga dos caras, la suya partidaria popular y la de ellos voxcinglera cara al sol, pero amparadas ambas por el mustelido del Olimpio divino, hijo de Zeus, quien alienta sus alas nocturnas para evitar insectos ambientales devorados por gaviotas azules graznando en las Salesas.
Ayusi emperatriz de gesto airado y mirada insolente suavizado por sardónico y leve gesto iniciador de una sonrisa que hiela el alma de quien no compadece con su afán imperial. Ayusi emperatriz alzada ante los medios avisa que su partido y su medio partido hermano juntos gobernarán Castilla despoblada y merindades nuevas llevarán sus lanas y sus panes a las tierras de Flandes conquistadas. Aunque la izquierda ajena, catalana y bizarra, euskalduna con detente en el pecho y chápela de roja sangre en mil guerras ganada, unidas puedan advertir de peligros con franciscano acento desvariado. ¿Y Casado?. Ya lo hizo famoso el mustélido procaz: ¡Váyase señor Gonzalez!. Pues con este palentino otro tanto ha de pasar.