No ha sido un fallo
Lo que ha pasado con esta mega causa, y con otras muchas que no han saltado todavía, es que estamos ante un “Fallo Estructural” del Sistema Andaluz de Salud.
No ha sido un fallo, ni tampoco dos mil, en el cribado del cáncer de mama en Andalucia.
Tampoco son errores de la estrategia de comunicación, como tratan de hacernos creer, con las cuatro vergonzantes versiones de lo ocurrido, ofrecidas por el Gobierno andaluz. Ni siquiera sería “exclusivamente” un tema de colapso del sistema, que también.
Lo que ha pasado con esta mega causa, y con otras muchas que no han saltado todavía, es que estamos ante un “Fallo Estructural” del Sistema Andaluz de Salud. Es decir carencias, desviaciones, privatizaciones en los componentes principales, y secundarios de su estructura, como son sus vigas y anexos, que comprometen su estabilidad, la seguridad de las enfermas, y de la ciudadana, por ello “detener” la salud como negocio, podría evitar desastres como este.
Para entender este episodio, en el lenguaje de las mujeres, esto tiene un nombre, “Calvario del cribado del cáncer de mama, y sus secuelas”. No encontramos en principio, ante más de dos mil mujeres afectadas, por la realización de mamografias con resultados no concluyentes.
La no actuación del SAS ha puesto en grave riesgo a las afectadas, y es posible que el número aún pueda agravarse y extenderse como mínimo, incluso pueden perder sus dos pechos, por las más que graves no actuaciones de sus responsables.
La Fiscalía Superior de Andalucia ya ha abierto diligencias de investigación por las posibles negligencias en los cribados de cáncer de mama, para empezar.
Estamos ante el mayor escándalo de la Sanidad pública andaluza en la historia de nuestra Democracia, y esa es la razón de vértigo por la que el Presidente de Andalucia, “asume personalmente el mando” de la crisis del cribado de cáncer de mama.
Ante esto, es un síntoma que la más alta instancia del Gobierno andaluz, desautorice y puentee a su consejera, poniéndose al frente del “affaire cribado”, que a meses de las próximas elecciones autonómicas puede hacer, por primera vez, tambalear su gobierno.
Con las mujeres y su salud no se juega, por eso no ofenda Presidente a las afectadas, porqué la ansiedad no es sólo un trastorno por crisis de angustia, hay manifestaciones de la ansiedad, del llamado impass grave, y del miedo, que también matan.
Ahorrese la compasión, las excusas, y la pseudo empatía con las mujeres a estas alturas, cuando ya le ha estallado el sistema, justo en el peor momento para su demoscopia.
Además este es el epicentro del escándalo, la aplicación de las políticas sanitarias con respecto a las mujeres, una vez más han sido las mujeres, AMAMA, las que han dado al botón de alarma del “así no señor Presidente”.
¿Y sabe una cosa Presidente? Las mujeres de AMAMA han expresado con rotundidad que “su partido es el que forman todas y cada una de las oncólogas y oncólogos, y resto del personal sanitario que las atiende. Y su oposición es el cáncer de mama, su programa la mejora de la calidad de vida de las pacientes, la inversión, y la investigación”
Por eso mucho cuidado con instrumentalizar este inmenso drama, porqué estamos ante el síntoma más perverso de la subalternidad de las mujeres, produciéndose en el tronco de la sociedad, que es su Sistema público de Salud. Que ha dejado caer al denominado “eslabón más débil”, a las mujeres, a la sazón cuidadoras, y garantes máximas de la sostenibilidad del sistema público de salud, de su presente, y su futuro, un futuro necesariamente sin trocear para vender, ni privatizar, a costa de la salud y de la vida de las mujeres andaluzas.