A propósito de la eficiencia energética

Estamos en un momento en el que los síntomas de que el cambio climático es inevitable son cada vez más claros y hay mayor conciencia de que lo único que podremos hacer es paliar sus desastrosas consecuencias. Este compromiso lo tenemos muy claro en nuestro Partido Socialista, que tiene como una de sus banderas y una seña de identidad incuestionable la defensa del medio ambiente ahora y para las generaciones futuras, y por parte del Gobierno español que ha fijado como una de sus máximas prioridades el tomar medidas decisivas en esa línea. 

También individualmente y liberados de la nefasta gestión del gobierno de Rajoy, que castigaba a los osados con un impuesto a la energía solar, hoy muchos ciudadanos redoblamos nuestro compromiso social y nuestro compromiso con las generaciones venideras; en definitiva, nuestro compromiso con el planeta. 

En coherencia con ello, por distintas administraciones se están adoptando medidas que apuestan claramente por energías limpias y renovables y que reduzcan el enorme gasto que cada familia comprometida tiene que hacer para procurar la máxima eficiencia energética. Y una de las cuales es dotarse de elementos alternativos entre las que destaca el uso de la energía solar, y especialmente la termovoltaica, que vaya disminuyendo el porcentaje de energías contaminantes. 

La opción se convierte en especialmente oportuna en el momento actual en el que la factura de la energía eléctrica se está disparando hasta límites insospechados.

En nuestra familia hemos tomado la decisión de instalar esta energía termovoltaica, a pesar del considerable coste y de que por nuestra edad, es muy probable que dicho gasto no lo veremos amortizado. Es un compromiso con el planeta y con los que vienen, con las siguientes generaciones… 

Y cuando hemos iniciado las gestiones comprobamos que, a diferencia de otros muchos ayuntamientos, el de Alcalá de Guadaíra, que tanto ha presumido de tener en perspectiva muchas plantas de energía solar, no ha tomado todavía ninguna decisión para ayudar a los vecinos en sus costosas inversiones individuales. 

Podemos ver las medidas tomadas por otros muchos ayuntamientos de nuestro entorno y, cómo no, de nuevo(!!¿hasta cuándo ?!!) mirarnos en el espejo del Ayuntamiento de Dos Hermanas, que aplica a sus vecinos un descuento anual del 50% en el impuesto de bienes inmuebles, como forma de ayuda a reducir el coste de dicha inversión. O mejor aún, el Ayuntamiento de Sevilla presidido por Juan Espadas, con descuentos de hasta el 50% durante 30 años…

¿Para cuándo nuestro Ayuntamiento va a tomar una medida semejante?. Yo le pido que la tome lo antes posible y que tenga efectos retroactivos al menos para los que han dado el paso en los tres últimos años, para que no sean discriminados los alcalareños que han querido acompañar desde el principio con su esfuerzo el compromiso del cambio climático, que más allá del beneficio individual, contribuye a reducir el impacto en la capa de ozono. 

Parece justo y necesario y sobre todo, parece coherente: 

Coherente con el compromiso que un gobierno de izquierdas como el que se supone es el de Alcalá de Guadaíra debe y tiene la obligación moral de llevar a cabo. 

Coherente con  tener en nuestra Corporación Local una Concejalía de Transición Ecológica.

Coherente con haber constituido recientemente el Consejo S. de Transición Ecológica y Cambio Climático.

Coherente con la decidida apuesta de nuestro Partido y de nuestro Gobierno por las energías renovables.

Coherente con aprovechar nuestra privilegiada ubicación territorial, con un elevado número de horas de sol al año.

Coherente con la trayectoria institucional (desde sus inicios en la Consejeria de Medio Ambiente hasta su responsabilidad actual) y con la apuesta actual de nuestro líder andaluz Juan Espadas. 

Coherente con apoyar a una empresa de Alcalá que es líder, puntera y muy veterana en instalaciones de Energía Solar.

Coherente, en definitiva, con haber presumido desde el gobierno local de la apuesta por estas energías limpias y no demostrarlo con hechos y medidas concretas.

Seamos coherentes. Y no nos importe ir a remolque de otros ayuntamientos que han tenido esa visión con suficiente perspectiva de presente y de futuro. 

Rectificar es de sabios. Más vale tarde que nunca. Nunca es tarde si la dicha es buena. Etc …