Adormecidos
Sube la luz, ni mu. Suben los carburantes, como si fuéramos millonetis. Sube la cesta de la compra…_
_¡Qué poco hemos cambiado, María del Carmen!
_Pero si hay una canción que dice: “Cómo hemos cambiado…”.
_Será la música porque la letra es la misma.
_¿Y eso?
_Los otros días, un chaval, de unos cuarentaytantos, diciéndole a voz en grito a unos turistas que echaran la foto desde arriba, que era más bonito.
_O sea, como si fueran sordos, no extranjeros.
_Eso es.
_¿Y las criaturitas qué decían?
_¡Qué van a decir! Ellos decían que sí con la cabeza y con la boca OK.
_Ya, pero nosotros no decimos OK. Claro que cursilones siempre ha habido y extranjerizantes ni te cuento
_Pero decimos a todo que sí.
_Es verdad. Sube la luz, ni mu. Suben los carburantes, como si fuéramos millonetis. Sube la cesta de la compra…
_Ya nadie habla de la cesta de la compra.
_Porque ahora la compra se hace por internet.
_¿Dejará de subir aunque se haga por internet, niña?
_Sí, pero los algoritmos esos imponen mucho.
_Eso es que tienen algo para adormecernos. Para que bajemos el ritmo, vaya.
_¿Más cosas todavía?
_Mujer, pero algo en plan tecnológico. No tan evidente como el lexatin.
_No sé si lo he visto en el televisor o en algún tutorial de los que hacemos, pero decir que no es de rebeldes.
_¿Con causa?
_No sé si con o sin.
_Rebeldes aquí hay muy pocos.
_En caso de haber habría más rebeldas y rebeldos.
_Yo no lo sé, pero en el momento en que nadie ha dado un puñetazo en la mesa con lo de los tres géneros…
_¿Qué géneros?
_Antes se decía aquí hay más tontos que botellines.
_¡Qué frase más acertada!
_Pues ahora no.
_¿Ahora ya no es un acierto?
_No, ahora hay que decir tontos, tontas y tontes.
_Eso es muy cansino, niña.
_Todo lo cansino que tú quieras, pero nadie ha dicho esta boca es mía.
_Y otra cosa te voy a decir. Es un gasto.
_¿De qué?
_De saliva y de energía.
_De energía, poca.
_¿Y eso?
_¿Qué energía vamos a tener si estamos adormecidos?