Para el portavoz Popular Juan Pedro Pérez Quiles, ha sido una desagradable sorpresa la que se encontró a primera hora de la mañana de este miércoles, “como todos los días sobre las ocho y pico de la mañana pasé por allí y vi todo dispuesto para cortar las palmeras con una motosierra”, afirma el concejal.
“Allí estaba el concejal de Obras, prosigue Pérez Quiles, a quien le pregunté porqué iban a cortarlas. Son órdenes, dijo Campoy, refiriéndose al alcalde. Llamé a Torrecillas y con muy malas formas me dijo que él era el alcalde y tomaba las decisiones, que cuando yo fuera alcalde las volviera a plantar”, afirma el líder de la oposición quien ha denunciado a Torrecillas en varios hechos cometidos por entender que violan la legalidad vigente.
Desde el PP aseguran que las dos palmeras se podrían integrar perfectamente en las obras que se quieren hacer en la plaza; al parecer el argumento para cortarlas es una cuestión de estética, asegura Pérez Quiles. Una estética que responde al concepto de belleza que tiene un alcalde de 70 años que no consulta nada con nadie.
Indignación general en los vecinos que en redes sociales y por mensajes privados, los albojenses no entienden como alguien puede conducirse con las formas y maneras de Francisco Torrecillas, a quien califican de autoritario, conocido ya por sus decisiones inconsultas y que rozan lo excéntrico.
El PSOE no está ni se le espera
El PSOE de Albox continúa en silencio, máxime después de que en el día de ayer se hiciera público que sus concejales son No-Adscritos y podrían tener que devolver el dinero cobrado durante más de dos años del erario público, un palo para varios de los concejales alguno de ellos ya retirado del partido y del concejo municipal.
Fue el propio Tito Carrillo, Secretario General del PSOE de Albox, quien en su momento aseguró a La Comarca haber sido el responsable de darle la vara de mando a Torrecillas, producto del fracasado pacto de Aranjuez que intentaba evitar que el PP llegara al poder.
El PSOE tiene en su mano a día de hoy, cambiar el final de esta historia que tanto daño está haciendo a los albojenses, pero su inacción no tiene ninguna explicación interna ni externa, ya que ni siquiera alcaldes socialistas de pueblos vecinos entienden la cabezonería de Carrillo y su gente;
«Tito intenta lavar su imagen, pero eso es como cuando te cae barro en el parabrisas e intentas quitarlo dándole a la palanca; se te embarra más», ironizan sus propios compañeros de partido a quienes les preocupan los malos resultados que el socialismo obtenga en Albox, que les restaría posibilidades en la provincia y en los organismos públicos.
Carrillo es el Secretario General del PSOE albojense y está llevando a la formación a la peor situación política que se recuerde. Solo en lo que va de legislatura el PSOE local ha perdido la alcaldía, seis concejales y por supuesto la mayoría absoluta. A cambio de tan “exitosa” gestión, aupó al poder a Francisco Torrecillas, ex presidente de Alianza Popular que en lo que lleva de mandato (en septiembre harán dos años) cerró el parque de bomberos, cerró el colegio público Francisco Fenoy, quitó la recogida de perros, cerró el gimnasio del complejo Agua y Salud, ha conseguido que el festival nacional de teatro aficionado sea un fracaso en esta edición (tal vez la más cara) además de los numerosos enfrentamientos públicos y privados con diferentes colectivos, empresarios y vecinos del municipio.
Torrecillas juega la única carta que tiene, y es el desacuerdo entre el PP y el PSOE de Albox que tienen mayorías suficientes para acabar con este presunto abuso de poder que ejerce el primer edil, pero incapaces de ponerse de acuerdo, algo que tampoco entienden los albojenses.
Varios de estos casos ya están en los juzgados (Torrecillas presuntamente ha prevaricado más en menos de dos años, que sus antecesores en el cargo), y según fuentes consultadas por La Comarca, Torrecillas puede ser citado en calidad de investigado (imputado) a la brevedad, después de varias de sus actuaciones, entre las que se encuentran las declaraciones en Pleno, admitiendo que no pide licencias para construir «porque no se las van a dar», algo que ha dado la vuelta a todo el país.