Asilados y refugiados : gases norteamericanos y leyendas españolas
Es más que dudoso que puedan dignamente afirmar que van a apoyar la iniciativa norteamericana, más allá de las salvas de ordenanza ante el Departamento de Estado.
España apoya y afirmaba que va a participar en una iniciativa de Estados Unidos para que migrantes que quieren salir de sus países en Latinoamérica pasen por centros de migración ubicados en Guatemala y Colombia que les asesoren sobre medios de ser admitidos en USA, Canadá y España y que puedan dictaminar entre 5.000 y 6.000 solicitudes cada mes.
Los solicitantes admitidos viajarían, de forma legal a EEUU, Canadá y España. La reciente muerte por asfixia de 40 migrantes que fallecieron por un incendio en un centro migratorio mexicano, gestionado por la Administración de México ha estado sin duda en la mente de los propulsores de esta iniciativa. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador informó de que la causa de las muertes se debió a que las personas custodias del lugar habían cerrado todo con llave y se habían ido del mismo. Los migrantes pretendían protestar y prendieron fuego a colchonetas, produciendo un incendio que los intoxicaría hasta su muerte.
Respecto a la anunciada participación española en la iniciativa norteamericana hay que tener en cuenta que la gran mayoría de solicitantes de asilo que se han registrado como tales en en los últimos años son ciudadanos latinoamericanos.
Los países de procedencia en 2022 fueron Venezuela (45.748), Colombia (36.012) y Perú (8.937). Estas personas viajan por su cuenta amparadas en un visado turístico. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones considera que se trata de «una oportunidad para reforzar las alianzas históricas de España con los países de América Central y del Sur», y de impulsar «las vías de migración regular, ordenada y segura».
Desde el Consejo de Ministros afirman que es un gesto de «solidaridad» con los migrantes y que beneficiará a la imagen de España ante la Unión Europea a la hora de negociar el nuevo Pacto de Migración y Asilo. La realidad es muy otra pues nuestro sistema de asilo está saturado debido a las dificultades a las que se enfrentan los solicitantes para conseguir una cita que les permita formular su petición y tramitar el expediente. El colapso, existente desde los años de la Administración Rajoy, ha creado una red delictiva de compra y venta de citas y empuja a estas personas a vivir en la calle o en pisos patera siendo explotados en el precariado laboral subterráneo hasta que acceden a la red de acogida estatal, un proceso que puede durar meses y, en casos, años.
Ni el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ni los de Interior, Igualdad y Asuntos Sociales han sido capaces a lo largo de esta legislatura de solucionar la situación, por lo que es más que dudoso que puedan dignamente afirmar que van a apoyar la iniciativa norteamericana, más allá de las salvas de ordenanza ante el Departamento de Estado.