Querida Vero, escribo estas líneas motivada por una publicación tuya en Facebook en la que alardeas pasmosamente sobre tu vida de socia-lista.
Antes de nada, quisiera rectificar tu extenso currículo lleno de grandes hazañas y logros, según nos relatas, pues se te olvidó incluir como experiencia reciente, no sé si intencionadamente o no, tus nueve meses como Máxima Autoridad del PSOE, que por cierto es por lo que hoy día te conocemos la gran mayoría de los/as españoles/as.
No dudo que lo que nos cuentas sea cierto o no, probablemente te hayas dejado la piel en Tu Partido, bueno, para ello se te paga, aunque empezaras por 800 € y sin coche oficial. Otros/as muchos/as empezaron su incursión en la política municipal sin cobrar una peseta, fíjate que no digo euros, ya que te hablo de un tiempo ciertamente remoto en el que muchos/as socialistas se arremangaron para trabajar por sus pueblos a cambio de nada y poniendo sus propios medios de locomoción a disposición de unos ayuntamientos ruinosos.
El tiempo pasó, el PSOE Andaluz iba en auge y muchos jóvenes empezaron a interesarse por su “política”, se hizo escuela y empezaron a nacer los primeros Pura Raza, unos destinados a ocupar uno y otro y otro y otro cargo político, otros a ser grandes emprendedores de nuevas empresitas creadas en función de la nueva línea de ayudas pública que saliera, y unos terceros metidos a “cortijeros” andaluces.
[[ Bien, aquí me detengo un poco, ya que debo ser justa para contigo, por lo que me voy a delatar contándote un “secretillo”: Yo tengo mi expediente con una mancha que jamás podré borrar, esa mancha es haber trabajado durante once largos años para un Cortijito Andaluz por tener afinidad con Tu Partido, algo de lo que no me siento para nada orgullosa, aunque crea en mi interior que hice bien mi cometido. Y no me siento orgullosa porque yo no opté a través de oposición alguna al puesto que se me ofreció, cuando mi nómina salía íntegra de dinero público.
En esa etapa mía de “cortijera” hasta tuve que formar parte de “un tribunal” para seleccionar a empleados/as, y pasaron por mis manos currículos de jóvenes licenciados/as que aún no habían logrado un puesto de trabajo, pero que contaban con una formación brillante esperando una oportunidad laboral, y te aseguro que sentía vergüenza porque tenían mejor preparación que algunos/as de los/as que ocupábamos esos “tribunales”. Y, no te creas que se seleccionaba a los/as mejores, no debo generalizar, pero sí viví presencialmente cómo sonaba el teléfono para “sugerir” que fuera aquél o aquélla, así no nos hubiese gustado a ninguno/a de los miembros.
Y, ¿sabes una cosa?, yo al principio era como tú, me jodía y mucho que me llamaran paniaguada porque yo sudaba la camiseta en mi trabajo, y era incapaz de entender y/o ver que lo que criticaban era el hecho de que yo no hubiera hecho méritos para estar allí, y no mi labor.
Pero, ¿qué ocurre si te rebelas? Sí, que te dan la patada, vale, pero ¿ahora a dónde vas si tu única experiencia laboral ha sido haber trabajado para Ellos/as y ya estás vetado/a de por vida para saltar hacia otro Cortijo?
Y, ¿sabes otra cosa? Yo llegué a sentirme como si viviera en una Secta. La regla era ver, oír, callar y aplaudir, así medio te asegurabas poder seguir, aunque siempre podía llegar alguien con mejor padrino o madrina que tú y darte la patada. Pero para ello se aprende rápido a sobrevivir peloteando a más no poder y apegándote a los/as poderosos/as del momento.
Pero, ¿qué ocurre si te rebelas? Sí, que te dan la patada, vale, pero ¿ahora a dónde vas si tu única experiencia laboral ha sido haber trabajado para Ellos/as y ya estás vetado/a de por vida para saltar hacia otro Cortijo?
Bien, pues vayamos entonces al mundo laboral real… Y aquí, querida Vero (perdona que te hable así, pero es que suelo ser muy cariñosa, como le pasa a tu amiga, por lo que espero me comprendas y no me lo tomes a mal) te das de bruces con la realidad: tienes casi los cuarenta, no tienes cursos, másteres, ni experiencia actualizados de tu profesión, o sea, estás obsoleto/a para trabajar de “lo tuyo”, y compites en las entrevistas laborales con jóvenes que acaban de terminar los mismos estudios que tú hiciste, pero con la salvedad que a ellos/as les exigieron sacarse el B2 de inglés para darles el Título Universitario, les han enseñado a manejar softwares para monitorizar los riegos, Sistemas de Información Geográfica, Lucha Integrada, Producción Ecológica… Ya por no hablar de que puede que incluso estés vetado/a para trabajar en la empresa privada por haberte saltado las “reglas del juego”.
No sé, es un desinteresado consejo mío, fruto de mi propia experiencia, aprende de mi error, que nunca se sabe, y debes tener presente algo muy importante, que no sé si te lo enseñaron en la escuela socialista, y es que en la política hay que tener la maleta siempre preparada para cuando decidan que debes irte a casa…]]
Retomo tu escrito nuevamente, Compañera, bueno, quizás no debiera decir lo de compañera, ya que no sé si esto está reservado para los del Aparato, perdona mi ignorancia al respecto, pero es que soy nueva militante, de esos/as que nos hemos afiliado tras el Golpe de Octubre, y no me manejo bien con la terminología del Partido. Bien, quería decir sobre tu Oda publicada en Facebook, que me has dado para pensar mucho hoy porque creo que va a ser muy difícil, por no decir imposible, acabar de una vez por todas con esta Raza Autóctona del PSOE Andaluz, de la que con orgullo, como tú bien escribes, dices formar parte.
Si los que como tú no sois capaces de entender que se os critique por no haber tenido más escuela ni oficio que el Partido, apaga y vámonos. No creo que las críticas hacia ti vayan encaminadas a si has sabido cumplir tu labor en función de tus diversos cargos, yo no lo dudo, seguro que te sabes el discurso con los palabros políticos a la perfección, ores bien en público, sepas captar votos que, como bien dices por donde has ido se han logrado victorias socialistas, pero sé consciente que el reinado socialista en Andalucía está llegando a su fin y que en algo habréis fallado para ello, piénsalo y medítalo.
Ella, tu amiga, ha permitido que la derecha gobierne nuestro país, sí, como te lo digo, Ella lo ha permitido, flipante, ¿verdad? Entonces, ¿por qué la seguís? ¿Teméis por vuestros puestos de trabajo o simplemente se os olvidó la primera lección de izquierda sí, derecha no?
Y piensa también el motivo que nos ha llevado a muchos/as a afiliarnos por primera vez, porqué otros/as que se fueron han vuelto a afiliarse, porqué han regresado al tablero de juego viejos/as conocidos/as socialistas que en su día fueron grandes gestores de las políticas socialistas para arropar a Pedro Sánchez, porqué han vuelto a levantar el puño y cantado un himno cuya letra ya casi habían olvidado (el himno oficial de los trabajadores, por cierto…), porqué se han llenado los actos y mítines que él daba por cada rincón de España, porqué la gente ha vuelto a decir abiertamente que era socialista.
Vero, piensa, piensa… ¿Qué es lo primero que te enseñaron en la escuela socialista andaluza? ¿A que los andaluces tememos a la derecha como a una vara verde? ¿A que sí?, y tú que eres de una familia humilde, según cuentas, y andaluza, entiendes de sobra este temor. Bien, ¿y sabes lo que ha hecho ELLA, tu amiga?, ¿te lo cuento o ya lo recuerdas? Ella, tu amiga, ha permitido que la derecha gobierne nuestro país, sí, como te lo digo, Ella lo ha permitido, flipante, ¿verdad? Entonces, ¿por qué la seguís? ¿Teméis por vuestros puestos de trabajo o simplemente se os olvidó la primera lección de izquierda sí, derecha no?
Y, ¿sabes lo que hizo Pedro Sánchez?, pues simplemente no cumplir con la regla que antes te he explicado de ver, oír, callar y aplaudir. ¿Y recuerdas lo que le hicisteis por rebelarse?, claro, cómo no lo vas a recordar si eras la Máxima Autoridad por entonces, lo debes recordar perfectamente. Pues ahora ata cabos, Vero. Pedro Sánchez, ese mismo al que casi “nos matáis” de un golpe de calor en vuestro Congreso Regional en Sevilla hace días, nos demostró a los socialistas que en él sí podemos confiar, por eso lo hemos recogido, arropado, reforzado y traído de vuelta, democrática y limpiamente, por cierto. Y, parafraseándote, te guste o no, Pedro es ahora la Máxima Autoridad, perdón, corrijo, nosotros/as somos ahora LA MÁXIMA AUTORIDAD.
Concluyo ya mi escrito, no tengas miedo, Vero, hay vida más allá del Partido y en el INEM hay grandes profesionales que te ayudarán como a mí me ayudaron en su día, del SAE no sabría decirte, creo que lo han llenado de ex cortijeros, de esos que eran ALPEs…
Conchi Ruiz Alonso es Ingeniero Técnico Agrícola. Militante del PSOE.
Publicado por Verónica Pérez, Secretaria General del PSOE de Sevilla en su muro de Facebook.