El PSOE de Susana Díaz ha visto confirmadas sus sospechas, Ciudadanos ha recibido un toque desde Madrid y, a partir de ahora, como por arte de magia, se han convertido en opositores de verdad al socialismo. Su gesto mas visible ha sido descolgarse de la firma del acuerdo alcanzado por el PSOE, PP, Podemos e IU en el modelo de financiación que conviene a Andalucia.
Parece pues que va a quedar para mejor ocasión las reformas más importantes del libro verde y blanco del pacto de investidura. Adiós a la reforma electoral, a la limitación de mandatos, a cargarse los aforamientos, a la reforma de la Ley de la RTVA, aspectos fundamentales que quedan aparcados y a ver que pasa en la próxima legislatura.
La pregunta que hoy se hacen los socialistas de Susana es si el partido es capaz de aguantar un año, gobernando en minoría, frente a una mayoría parlamentaria en campaña durante meses. La mayoría se inclinan por pensar que sería un suicidio y que el pretexto, aunque cogido con pinzas, de que Ciudadanos ha roto la estabilidad política de Andalucia – con presupuestos aprobados, ojo- puede ser manejado en cualquier momento por Susana Díaz para justificar que adelanta tres o cuatro meses el fin de legislatura. Ya lo hizo una vez rompiendo unilateralmente el pacto con IU, aunque en aquella ocasión la excusa fue poner en manos de las asambleas de IU la decisión de seguir con el pacto de gobierno o salirse.