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‘Cuántica: tu futuro en juego’ desde la mirada del Físico Teórico José Ignacio Latorre

La mecánica cuántica nos conduce de lo más pequeño a lo más grande como nos expone el Profesor, en contraposición a lo que nadie antes supo vislumbrar.

 

El futuro será cuántico nos expone el Físico Teórico español José Ignacio Latorre, quién es el Director del Centre for Quantum Technologies of the National University of Singapure, al igual que Catedrático de Física teórica en la Universidad de Barcelona y Director del Centro de Ciencias de Benasque Pedro Pascual, quien nos comparte en uno de sus interesantes libros Cuántica: tu futuro en juego, un horizonte tecnológico donde nos da la bienvenida a la ciudad imaginaria de cuántica, a través de un análisis y exposición de la Teoría del Quantum que para muchos de nosotros quienes somos legos en la materia, es considerada en sí misma como un misterio incontestable. 

 

Así el profesor Latorre logra dilucidar con un lenguaje sumamente claro y armonioso con la vida en todas sus formas, como la mecánica cuántica se encuentra presente en nuestros destinos más allá de lo que podríamos imaginar, al constituir una nueva era donde las Tecnologías de la Información y Comunicación serán repensadas desde lo más mínimo. Lo afirmado podemos ejemplificarlo desde los chips de nuestros teléfonos inteligentes y ordenadores hasta la evolución de la Inteligencia Artificial, asumida hoy por la mecánica cuántica y aplicada a las resonancias magnéticas en el área de la salud pública y en un futuro no muy lejano a la concreción de los ordenadores cuánticos, dando un salto tecnológico más allá de las informaciones y comunicaciones actuales. 

 

En razón de lo expuesto nos encontramos cuánticamente reflexionando desde la perspectiva de un físico teórico, inmersos más allá del ecosistema del cálculo matemático que se traduce en una larga secuencia de ceros y unos. Y donde la llamada Super Inteligencia estará en poco tiempo regida por el Quantum, al cambiar radicalmente nuestras vidas hacia un panorama que explica lo imposible para nuestros ojos, aunque objetivamente verdadero desde el ámbito científico en torno al estar aquí en el mundo.

 

 De esta manera, podremos entender racionalmente el diálogo tecno-científico como el contrato que rige al Wold Wide Web en relación con el nuevo y automatizado futuro que se constituye por un siglo donde la energía siguiendo a Alberth Einstein, no se crea ni se destruye solamente se transforma, lo que se reconoce hoy más que nunca a partir de la llamada Revolución Tecnológica generada por el Quantum.

 

Es importante señalar en palabras de Latorre como: “Las elegantes leyes de la mecánica cuántica describen el comportamiento físico de nuestros átomos, que se transforma en química, y esta en biología. Todos nos resistimos a aceptar que nuestro mundo diario pueda reducirse a ecuaciones, pero ya hemos recorrido una parte de ese camino, el de aceptar que nuestra realidad pueda ser descrita por la ciencia.” (Latorre,2020:9).

 

Por ello, el salto cualitativo y cuantitativo que debe dar la humanidad en relación con la física cuántica, es lograr liberarse de los dogmas impuestos a lo largo de la historia por un oscurantismo que monopolizó el discurso en relación con la ciencia y su verdadera interpretación. 

 

Porque la paradoja se resuelve al aceptar que la mecánica cuántica no solo sirve para crear nueva tecnología, sino que nos fuerza en palabras del autor a abandonar todos nuestros prejuicios sobre un Universo estático, en el cual se han estado gestando nuevas formas de producción tecnológica, siendo el campo de batalla de las discusiones más acaloradas en torno a las profundas aguas en las que yacen los principios filosóficos del Ser y el no Ser. 

 

En términos generales, no debemos excluir la crítica racional y deliberativa ante la complejidad del Cosmos al sustituirla por una creencia ciega carente de base empírica, como sé estiló durante la época medieval y que en esta era de la automatización del quehacer humano ya no se sostiene. 

 

Podemos afirmar que para explicar las cuestiones insondables de la vida es que recurrimos a la mecánica cuántica, al visibilizar que no es que existe un espacio casi mágico de energía superior, el cual rige la creencia en un ser que nos castiga o nos premia, sino simplemente la energía que lo circunda todo dentro y fuera de nosotros mismos en un infinito campo de posibilidades.

 

Para finalizar, la mecánica cuántica nos conduce de lo más pequeño a lo más grande como nos expone el Profesor Latorre, en contraposición a lo que nadie antes supo vislumbrar y sumaria yo tampoco se atrevió a pormenorizar, debido al flagelo del dogmatismo histórico-social que no permite asumir los avances de la ciencia y la tecnología, al impedir entrever el camino hacia un futuro donde todos evolucionemos en armonía con las propias leyes que rigen al Universo.