El pinganillo
Al volver a la Reunión convencida de su error, oye falar en gallego a un amigo de derechas y luego en catalán a una bella presidenta de las islas Baleares colega de su PP.
La dama boba se quitó el pinganillo cuando las negligencias de funcionarios imanes hicieran prescribir créditos paternos avalados por el poder público con dinero de impuestos y tasas hasta de ciudadanos de la Cañada real.
La dama boba se quitó el pinganillo al recibir a pie de escalerilla aérea las fraternas mascarillas chinas que produjeron sustanciosas comisiones igual de fraternas.
Mutada de dama boba en mujer araña pusose el pinganillo para oír a un homo antecesor del que, defenestrado que éste fue, prédica ética publica desde un barco en una ría cuyo dueño encarcelado le recuerda bien quien fue.
Transformada en dama boba abandonó el pinganillo en su mesilla de noche para dormir del tirón sin darse cuenta siquiera de que otro comisionista la enamoró en un balcón.
Hoy en la catalana terra sin pinganillo auditor, auséntose de la sala al confundir con horror al lendakari con un etarra declarando en lengua constitucional nada menos que ante Samchez vestido de dictador.
Al volver a la Reunión convencida de su error, oye falar en gallego a un amigo de derechas y luego en catalán a una bella presidenta de las islas Baleares colega de su PP.
El domingo con don Nuñez podrán hablar en caló.