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El presunto asesinato del marqués de Larios

Las fundadas sospechas de que la muerte del marqués, en diciembre de 1954 no se hubiese producido por causas naturales.

Acaba de ver la luz la segunda parte del libro “La herencia envenenada del marqués de Larios”, publicado en octubre de 2018, en el que hizo un riguroso recorrido cronológico sobre algunos de los personajes más destacados integrantes de la saga de la familia Larios y sus descendientes, aún en la actualidad propietarios de importantes fortunas en España.

Se abordó su ubicación histórica, la larga serie de pleitos y enfrentamientos internos sobre las herencias de sus miembros, así como un rico anecdotario de los protagonistas que todavía hoy suscitan la curiosidad de muchos ciudadanos.

Pero sí existió un hecho llamativo en el libro citado es la puerta abierta a la posibilidad de que la disputada herencia pudiera cambiar de manos ante el hecho de que el IV marqués de Larios, José Antonio Larios Franco, hubiese tenido fuera de su matrimonio un hijo natural, José Collado López, que todavía hoy mantiene acciones legales ante los tribunales de la Audiencia Provincial de Albacete, por las vías Civil y Penal, para que determinen realmente su paternidad.

 

Ya se explicó que José Collado, nacido en Málaga el 31 de julio de 1948, de 70 años de edad, es el presunto hijo de José Antonio Larios y de Emilia Collado López, una guapa cocinera al servicio de la Casa Larios, con la que se encaprichó el marqués.

 

Un niño que luego sería abandonado en un orfanato por decisión de Pilar Príes, esposa de José Antonio Larios. Emilia Collado falleció en el año 2002, después de revelar a su hijo la realidad de su paternidad y tras prestar testimonio ante notario sobre estos hechos.

También se ha narrado que a solicitud de José Collado, y después de muchos vericuetos legales, el Juzgado de Primera Instancia Número 6 de Albacete accedió a realizar las pruebas de ADN y que en sentencia nº 132/2012 dictada el 01 de marzo de 2012 falló desestimar la demanda formulada por José Collado López en el procedimiento abierto por reclamación de su filiación extramatrimonial. Collado solicita desde 1996 los títulos nobiliarios y la correspondiente parte de la herencia.

Es en este momento donde empieza la investigación que se aborda en “Asesinato, masonería y franquismo” (“La herencia envenenada de los Larios. II Parte”), también del periodista Ramón Triviño, abierta a raíz de la existencia de indicios firmes de que, por una parte, se hubiese producido un traslado irregular de los restos del IV marqués de Larios desde Albacete a Málaga, para impedir la coincidencia del ADN entre José Antonio Larios y su presunto hijo. Y de otra, las fundadas sospechas de que la muerte del marqués, ocurrida a las 17,30 horas del día 24 de diciembre de 1954 no se hubiese producido por causas naturales.

Pero además esta segunda parte investiga la relación de la familia Larios con la masonería, así como la de otras afamadas y ricas sagas de malagueños ilustres, como los Heredia o los Loring, que podrían haber tenido también relación con la obediencia masónica. Lo que ha obligado al autor a profundizar en el papel que jugó la masonería en la Historia de España desde antes de la restauración isabelina de 1874 hasta la guerra civil española.

 

Tampoco se ha dejado al margen el papel que jugaron en ese mismo periodo, algunos destacados hombres de negocios de la época, así como su reconocimiento por la Corona con nuevos títulos de nobleza, que además estuvieron muy ligados a la vida política.

 

Los recelos iniciales de la nobleza tradicional hacia los recién llegados se fueron diluyendo con el paso del tiempo y en ocasiones llegaron a hacer causa común. Sin olvidar el papel que Martín Larios Herreros, junto a Manuel Agustín de Heredia y los Loring, unas de las sagas de mayor poder económico y político de la España de la primera mitad del XIX, tuvieron apoyando y financiando la restauración borbónica a través de Cánovas.

Para terminar analizando el papel que jugaron masones, nobles y políticos en la conjura que finalizó con el golpe de Estado del general Franco en 1936 y en el que sin duda tuvieron especial relieve las conspiraciones que se desarrollaron como escenario principal en el Peñón de Gibraltar.

Además se hace un recorrido por las consecuencias del fallido intento de golpe de Estado del general Sanjurjo, de la huida de España del rey Alfonso XIII y el del triunfo del Frente Popular en las elecciones generales del 16 de febrero de 1936.

Haciendo mención especial al papel jugado por los Larios y otros integrantes de la burguesía malagueña y andaluza  en esos acontecimientos, así como a la terrible represión franquista que vivieron los perdedores de la contienda civil. Un libro que ha sido prologado por el también periodista y escritor malagueño Pablo Bujalance.