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Escenario tras el adelanto electoral

Susana Díaz goza de la confianza del PP. No en vano los grandes temas tienen el candadado bipartidista en Andalucía.

El adelanto electoral llega con Ciudadanos Andalucía inmerso en infinidad de cuitas internas, bajo el mando de una figura amortizada para los naranjas como Juan Marín, que no goza de la confianza del equipo de Albert Rivera. Ante la previsión de este adelanto, en el partido centralista no se atrevieron a meterles mano desde Madrid.
Susana Díaz goza de la confianza del PP. No en vano los grandes temas tienen el candadado bipartidista en Andalucía. Aunque a modo de teatrillo y en tono mitinero marquen distancias, el PSOE Andaluz controla la Cámara de Cuentas, el status quo en Canal Sur -con una dirección interina hace 5 años- y bloquea la reforma electoral que los socios de Gobierno de las dos últimas legislaturas, Izquierda Unida y Ciudadanos, habían incluido en sus programas de Gobierno.
A la izquierda del PSOE sobresale Adelante Andalucía. La confluencia de Izquierda Unida y Podemos con la izquierda andalucista y la salida a última hora de Equo pretende disputar el voto a la candidata oficialista, pero con dificultad logra colocar su mensaje ante la opinión pública debido al peso de las redes clientelares del socialismo andaluz.
En este marco, Susana Díaz repite la misma jugada con la que liquidó el pacto de Gobierno con Izquierda Unida. Quemada después de mover la silla, cortar la cabeza, imponer una Gestora, y enfrentar en Primarias a su Secretario General, Pedro Sánchez, Díaz busca ahora un golpe de efecto para mantener el control en su bastión.
Adelanta las elecciones con el objetivo de rebajar la incertidumbre ante las sentencias por las causas de los ERE fraudulentos en Andalucía. Las acciones (o inacciones) del Gobierno de Pedro Sánchez y el frágil equilibrio que sostiene a su Ejecutivo deja en el aire la aprobación de los presupuestos, lo que forzaría mantener los que están en vigor, que no contentan a nadie, o llamar a elecciones Generales.
La guerra de banderas y la resolución de los temas de Cataluña son otros caballos de lanza que pueden esquilmar los alicaídos recuentos electorales de la otrora potente maquinaria electoral del PSOE Andaluz.
En este escenario, el liderazgo de Susana Díaz acciona el botón de las urnas consciente de que a su alrededor los cálculos no son mejores. Juanma Moreno Bonilla sigue siendo una apuesta blanda que no convence ni a los suyos, cuando no los indigna directamente. Juan Marín va de salida en Ciudadanos, y Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo parecen pregonar en el desierto sin que su llamado a la movilización parezca levantar del letargo a la mayoría social en Andalucía.

El día de mi cumpleaños Andalucía vota. Y marca, con esta decisión en clave andaluza, la plana al conjunto del Estado. Abre el nuevo ciclo electoral y será una oportunidad para fijar posicionamientos entre los partidos y reordenar el mapa político en España con los renovados líderes: Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias o Alberto Garzón.