Hasta aquí hemos llegado
Pero lo que es peor, la señora Ayuso no ha aprendido absolutamente nada de la primera etapa trágica con las secuelas que ha tenido en su Comunidad.
La señora Díaz Ayuso viene dando múltiples ejemplos de una gestión nefasta desde el primer día en que accedió a tan importante responsabilidad.
La señora Díaz Ayuso ha tenido un comportamiento desleal con sus ciudadanos desde el comienzo de la pandemia y eso ha tenido como consecuencia unas cifras especialmente desmesuradas y trágicas en la Comunidad de Madrid.
La señora Ayuso (y su gobierno) ha demostrado no estar a la altura de la alta responsabilidad de la gestión sanitaria de casi 7 millones de ciudadanos.
La señora Ayuso aún se vanagloria de hacer una gestión inmejorable, cuando se siguen muriendo día a día y por decenas los madrileños.
Pero lo que es peor, la señora Ayuso no ha aprendido absolutamente nada de la primera etapa trágica con las secuelas que ha tenido en su Comunidad. No ha hecho caso a las recomendaciones de los epidemiólogos y demás expertos. No ha reforzado la sanidad y menos la atención primaria, primer frente de contención del virus. No ha contratado los rastreadores a los que se comprometió. Ha seguido propiciando negocietes con sus amigos a costa de la sanidad y de la salud de los madrileños. Y ahora se dedica a este juego de trilero, con las fechas y con los límites espaciales de movilidad. Si siempre el espacio y el tiempo han estado íntimamente relacionados, en este caso lo está para continuar este juego macabro de la señora Díaz Ayuso.
Pues bien yo le digo usted señora (?) presidenta: !hasta aquí hemos llegado!. Usted está jugando con la salud de mi hijo, de su esposa y de sus dos encantadoras criaturas. Y no le voy a perdonar el que le pase algo por culpa de su irresponsabilidad. Usted está jugando con la salud de mi hermana y de su hija, y tampoco le voy a permitir que siga con ese juego. Usted está jugando con la salud de mi hermano político, de su esposa, sus cuatro hijos y parejas y sus nietos y para mí es como si jugara con la salud mía y de mi esposa. No se lo voy a permitir. Ya le aviso que desde aquí, desde Andalucía, le pondré una querella Criminal, si Criminal, como a cualquiera de ellos le pase algo con consecuencias irreversibles.
Este juego que usted se trae con la vida de los madrileños me recuerda, creo que era en la película de Portero di notte, cuando un oficial de las SS, desde la ventana de un campo de concentración se dedicaba a disparar aleatoriamente contra las cabezas de los prisioneros confinados en dicho campo, que caían abatidos, para mayor satisfacción del asesino. Yo no sé de leyes y por tanto, no sé si los leguleyos le llamarán homicidio imprudente o dejación de funciones. Pero yo le llamaré sencillamente, asesinato en primer grado.