Hölderlin. Su soledad su grandeza
Los dioses tienen sed de justicia. El poder que domina en la tierra los calma con golpes de pecho y falsos rezos.
A las parcas“ Dadme un estío más, oh poderosas,y un otoño, que avive mis canciones,y así, mi corazón, del dulce juegosaciado, morirá gustosamente.El alma, que en el mundo vuestra leydivina no gozó, pena en el Orco;Mas si la gracia que ambiciono logrami corazón, si vives, poesía,¡sé bien venido, mundo de las sombras!Feliz estoy, así no me acompañenlos sones de mi lira, pues por fincomo los dioses vivo, …
“La noche se avecina al lugar de nuestros besos.Se oye un susurro: ¿quién los exime de la culpa?Trémulos aún por la hollinienta dulce lujuriaRezamos: ¡Santa María, allá en tu gloria, perdónanos!”Georg Tralk ( 2-1-187)
Se oye un susurro: ¿quién los exime de la culpa?Trémulos aún por la hollinienta dulce lujuriaRezamos: ¡Santa María, allá en tu gloria, perdónanos!”Georg Tralkl nuevo siglo. En la cansada Europa.
Archipiélago(fragmento)¿Tornan de nuevo las grullas a ti, las naves el rumbotuercen, van de tus playas en pos? Serenas y ansiadasbrisas llegan al plácido mar, y al sol asomandodel abismo el delfín, luz nueva inunda su dorso?¿Jonia brilla? ¿Tiempo es ya? Pues es primavera,y ha tornado a nacer la vida en todos los seres,y hay en los hombres amor, y tiemposáureos se evocan;¡Vengo en tu paz a ti, oh poderoso,