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Joan Mesquida

Era un político decente, que hablaba el lenguaje del acuerdo, al que se le entendía todo y que hacía lo que decía que iba a hacer.

 

57 años, muerto por cáncer el 19 octubre 2020. El primero que ocupó las direcciones generales de Policía y Guardia Civil, lo que lo convirtió en una de las personas con más poder del Estado. Cuando alguien muere todo son parabienes, aunque su trayectoria y salida quitó algunas caretas en el PSOE. Recuerdo la primera noticia que tuve de él como director general de la Policía y la Guardia Civil. Fue recibido con mucha prevención por los mandos policiales, y más cuando se filtró que en su primer escrito lo llamaron Juan Mesquida y él lo devolvió señalando que su nombre era Joan.

 

Fue director general en los tiempos de más duros ataques de Interior contra el SUP y contra mí, pero él personalmente no entró en esa guerra. El año 2007 fue terrible, con todo tipo de maniobras. El 8 de octubre de 2007 Rubalcaba firmó un acuerdo con los sindicatos menos con el SUP sobre el Catálogo de Puestos de Trabajo. Mesquida me llamó tratando de convencerme poco antes de firmar. Estaba en el coche con manos libres acompañado de Felipe Brihuega, SG de Madrid, en pleno atasco de la ciudad. Le expuse las razones que ya conocía sobre la imposibilidad de firmar ese acuerdo. Las entendió. Pocos meses después los demás sindicatos abandonaban el acuerdo y se sumaban a las medidas de presión del SUP. Hubo movilizaciones nacionales en 2008 y 2009. El acuerdo incluía el incremento de gasto por el aumento de ingresos de policías que había decidido el Gobierno 2 años antes. Me negué. El catálogo de puestos de trabajo suponía 8 millones de euros de incremento de masa salarial real y se necesitaban mínimo 80. Contar como incremento que ingresaran varios miles de policías más era como aceptar más policías peor pagados.

 

A pesar de esa negativa y otros desencuentros no noté ninguna maniobra suya, que eran muy evidentes en otros mandos y el ministro, obcecados con restar fuerza y capacidad al SUP. A los periodistas les dijo que el SUP se abstenía en el acuerdo. ¿Cómo se vota en contra de un acuerdo sindical que firman otros?

 

Mesquida no tenía estructura administrativa ni para llevar una dirección general, menos para llevar dos. Fue un recurso de emergencia para cesar a Víctor García Hidalgo tras el “chivatazo del Faisán” que Rubalcaba, o no conocía, o le pareció una chapuza y trató de limitar el asunto al director general cesado, que finalmente tampoco se vio afectado. Joan Mesquida era un político decente, que hablaba el lenguaje del acuerdo, al que se le entendía todo y que hacía lo que decía que iba a hacer. Un inspector jefe que lo asistía, Javier O., condecorado con la medalla de plata por la detención de un comando terrorista en Madrid, fue un enlace perfecto e introducía racionalidad y sentido común en algunas decisiones.

 

Hoy todo son halagos, pero se fue del PSOE en 2018 (ese mismo año me fui yo por segunda y definitiva vez) y explicó que la deriva de ese partido lo llevaba a confrontar con la Constitución. Era un adelantado en análisis político. De todas las conversaciones que tuve con él, una muy larga tras la muerte de su padre en 2007. Quedamos a cenar fuera de la DGP, cerca de la DGGC. Estaba buscando fórmulas de mejorar las condiciones de trabajo de los guardias civiles, pero tenía muchas resistencias profesionales y políticas. Ratifico que le dolía España. Y le dolía el PSOE. La deriva nacionalista balear fue determinante en su salida del partido y su ingreso en Cs. Descanse en paz.