The news is by your side.

La abstención de Vox

Cualquier ciudadano español de a pie sabe que necesitamos los dichosos euros de los discutidos formalmente fondos europeos.

VOX se abstuvo  en la votación en el Congreso que iba a validar el programa gubernamental para la gestión de los fondos de la UE. Hizo ganar la votación al gobierno de coalición. Palidez de junker fílmico de la señora Arrimadas y del señor Casado. El señor Espinosa de los Monteros explicó que era una abstención derivada del sentido de responsabilidad para evitar retrasar la llegada de los fondos de recuperación de la economía. Sombrero en mano.

 

Salvo los mezquinos hueros de ideas políticas que se sientan en las bancadas directivas del PP y  C’s, cualquier ciudadano español de a pie sabe que necesitamos los dichosos euros de los discutidos formalmente fondos europeos. Son imprescindibles para iniciar la lenta y penosa ascensión desde el perdido 11% del PIB a zonas menos umbrosas del vivir del país.

 

¿Tan cerriles son los cuadros directivos de las dos derechas que anteayer votaron en contra de la validación del programa como para preferir retrasar la llegada de las ayudas económicas de la UE  a abstenerse en la votación?. VOX les ha dado una lección de actividad parlamentaria distinguiendo lo importante de lo accesorio.

 

Y Cataluña como un paisaje de Leonardo, lejano, velado, neblinado, sirviendo de apoyo a la figura central del cuadro. Porque, amén de los votantes de piñón fijo de VOX en la tierra cuatribarrada, los simpatizantes catalanes que le vayan a dar su voto son personas que saben lo que vale un peine y ven los bares y los comercios cerrados, las industrias a punto de quebrar o languidecer, el paro aumentando, NIssan en la cuerda floja, el turismo huido, el puerto muerto. Y saben que solo si la bolsa sona, será posible que volvamos a la vida bona. Los dirigentes que decidieron la abstención han dado un paso de cordura que aumentará el número de sus votantes en Catalunya.

 

Los profetas de catástrofes, quienes confunden al presidente Sanchez con el averno y el hades patrios y se pasan los mítines y las intervenciones en el hemiciclo y en la tele contando lo malísimo que es el residente monclovita, mientras que ellos desde que sale el sol hasta su ocaso saben exactamente lo que ha de hacerse, y por eso están en la oposición,  serian de consuno la nueva derecha salvadora, lúcida, limpia, sin Aguirres ni Cifuentes, sin Ratos ni Sorias varios, sin Riveras berreando, sin Barcenas recibiendo apoyos presidenciales para que resista pronto y aguardan a que España se rinda a sus pies adorando el verbo luminoso y vario de Casado y las ilusionantes perspectivas de Arrimadas.

 

Entonces llegó don Santiago Abascal y mandó abstenerse.