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La Comunión de Espadas y el disfraz blanquiverde de Susana

Susana en vez de dar “un paso al lado” debería dar un paso atrás y alejarse de la primera linea política sin encabezar más batallas estériles.

 

Cuatro días antes del 13J, el vicepresidente del Congreso, Alfonso Rguez. Gómez de Celis, figura destacada del sanchismo en Andalucia, aventuraba en privado muy convencido que “ganará Juan y con diferencia sobre Susana”.

 

Lo que me pudo parecer una declaración de manual, optimismo de parte típico de las campañas, en realidad no lo fue. Moncloa y Ferraz, sus aparatos respectivos, tenían información suficiente como para estar tranquilos sobre el previsible resultado de las primarias andaluzas en la recta final. No haría falta ni segunda vuelta. Tenían hasta calculado el margen de posible error en sus estimaciones que, pese a todo, seguían situando al candidato Espadas en los carteles autonómicos por llegar, o lo que es lo mismo ganador del 13J. Lo que no sabían es por cuanta diferencia, todo estaba en el aire, en un clima que se antojaba peruano.

 

El domingo por la noche, el Secretario de Organización, Juan Cornejo, oficiando como máxima autoridad arbitral del proceso, compareció con cara circunspecta, a las 21,30,  facilitando infinidad de datos sin demasiado interés para los presentes y oyentes, solapando en una espesa narración los que verdaderamente interesaban a esa hora, ¿cuántos votos había obtenido Espadas y cuantos Susana? Juan Espadas obtuvo 18.751 apoyos, Susana Díaz 13.202, y Luis Ángel Hierro 1.817.

 

La machacona frase que tantas veces hemos escuchado en esta campaña,  “que hable la militancia”, se había materializado y una mayoría incontestable del 55% había optado por pasar página con el pasado y dar vía libre a una nueva etapa mirando al futuro desde el PSOE andaluz con un nuevo líder. Aunque el ‘gatopardismo’ siga siendo una constante amenaza en el devenir político andaluz y esta tampoco será una excepción.

 

No es creíble la especie que ha circulado en el susanismo en el sentido de que “Madrid” habría estado ‘comprando’ voluntades desde las estructuras del Gobierno para garantizar el voto a Juan Espadas. No, no parece que cebar una supuesta red clientelar haya sido el motor de unas elecciones que, por cierto, nadie ha cuestionado en su desarrollo técnico y jurídico o lo que es lo mismo, a nadie se le ha ocurrido usar la palabra ‘pucherazo’ como pasó en el reciente congreso del PP en Sevilla.

 

La militancia que ha votado mayoritariamente a Espadas este domingo ha considerado que Susana Díaz y todo lo que ella representa en el PSOE andaluz, no sirven ya para volver a recuperar el gobierno de la Junta donde la derecha intenta perpetuarse según los sondeos.

 

El nacionalismo andaluz de Susana

Uno de los aspectos que más  ha chirriado en lo que ha dicho y hecho Susana desde hace meses ha sido lo de envolverse, por enésima vez, en la blanquiverde, la misma que se quitó cuando quiso irse a Ferraz a pelear contra Sánchez y volvió a colocársela tras volver derrotada a Sevilla. Esta vez Susana Díaz ha dado un paso más, un avance cualitativo que parece que asusta a miles de militantes socialistas del sur, amenazar con un proceso de independencia del partido y situar al PSOE-A al mismo nivel jurídico y político que el PSC. Escuchar a Susana estas semanas hablar de autonomía del partido, de Espadas como ‘el candidato de Madrid’, desmarcándose altiva ante la dirección federal y prometiendo plantarles cara si ganaba las primarias, posicionamientos que recuerdan mucho el mensaje que a Isabel Díaz Ayuso le ha dado la mayoría en Madrid. Populismo en estado puro. Si, Susana también ha abusado de la palabra “libertad” en su acepción más catalana, libertad para decidir desde aquí lo de aquí, autónomamente, no dirigidos desde Madrid. Y en cierta manera esos mensajes tan indepes de la dirigente socialista, nos recordaron aquellos otros del PSA en los años 70-80 y que tanto combatió su partido hasta liquidarlo, con la ’S’ perdida al final en una coalición de gobierno con Manolo Chaves. El militante socialista andaluz, históricamente, nunca fue andalucista, entre otras cosas porque sus sucesivos dirigentes, tras Rafael Escuredo, solo se acordaron de Blas Infante cada 10 de agosto, cuando acudían a llevar flores y laurel al lugar donde sicarios falangistas fusilaron al ‘Padre de la Patria Andaluza’. 

 

Pero Susana, en el manejo de su argumentario, se ha pasado esta vez de frenada en su intento por captar apoyos en el agravio territorial, usando cosas sagradas del andalucismo, que es algo que está pero que no se ve a simple vista. Para muchos, la presidenta de la Junta que a punto estuvo de liquidar la Fundación Blas Infante no dotándola – como hizo con la Fundación Alfonso Perales ¿Verdad Carmen Calvo? ¿Verdad Amparo Rubiales?- ,no puede enarbolar la blanca y verde sólo cuando a ella le convenga personalmente, no en su acción de gobierno.

 

Juan Espadas parecía feliz y también sorprendido por la abrumadora  e inesperada mayoría obtenida frente a Susana Díaz. En esos primeros minutos el nuevo referente del PSOE-A, quizás se empezaba a dar cuenta de la enorme responsabilidad que acababa de asumir. Previamente, una Susana que hizo verdaderos esfuerzos por aparentar que estaba contenta porque ‘ha hablado la militancia’, había anunciado que no se presentará a la reelección para la SG y que se ponía a las órdenes del vencedor. Todo muy correcto y democrático.

 

Espadas, aparentemente, tiene hoy todo el poder de decisión en sus manos. La libertad de la que tanto se habló en esta campaña, podrá usarla el candidato a la Junta para modificar todo aquello que le sirva para reactivar (resucitar) el partido ante la sociedad andaluza. Empezando por el Grupo Parlamentario donde el nuevo líder tiene los mimbres que tiene y a ver que canasto es capaz de sacar.

 

¿Contará con Susana y sus consejos? Esa es la gran pregunta que desde anoche se está haciendo mucha gente dentro y fuera del partido, especialmente de los que ya no se fían de ella. ¿Cuándo dijo Susana la verdad, cuando iba ‘a coser el partido’ y a trabajar lealmente desde Andalucia “con Pedro” o ahora que promete lealtad y ayuda al vencedor Espadas?

 

Susana, que al final ha demostrado no tener tanta inteligencia política como le atribuyen sus seguidores, con tres sucesivos revolcones como la derrota en las primarias del 17 frente a Sánchez, la pérdida del gobierno en el 18 frente a la derecha y ahora la pérdida de todo, en vez de dar “un paso al lado” debería dar un paso atrás y alejarse de la primera linea política sin encabezar más batallas estériles. Ella, que presume de estar siempre con los intereses generales del partido, tiene una magnífica oportunidad de demostrarlo con hechos y no con palabras, dimitiendo y dejando que haga su trabajo el elegido por la militancia.

Empeñada en mantenerse en la SG hasta el congreso, Susana sabe perfectamente que una bicefalia nunca funcionó en el PSOE-A y que, puestas como están las cosas, su empecinamiento no debería permitir la última indignidad que le puede deparar el futuro inmediato, que la echen de San Vicente nombrado una gestora.

 

Espadas gusta menos en el PP de Moreno Bonilla

La elección de Espadas como oponente a Moreno Bonilla no ha debido ser una buena noticia electoral para el PP. Eso de que el nuevo rival sea capaz de pactar con los de su izquierda y los de su derecha, con pragmatismo, debe inquietar a los asesores de San Telmo, empeñados en vender a Bonilla como el hombre moderado y de centro por excelencia, mientras a los socios de Vox los ocultan tras las cortinas. Ellos hubiesen preferido enfrentarse a Susana Díaz -tienen encuestas- de cuya etapa en la Junta dicen que guardan en los cajones papeles y cosas. Que de haberlas, muchas habrán hasta prescrito jurídicamente. Pero por lo que se ha visto en estos dos años el PP prefiere una buena filtración que irse a un Juzgado de Guardia o a la Fiscalía.

 

NI siquiera la foto publicada por el ABC con Juan Espadas comulgando de manos del Arzobispo Asenjo, le ha perjudicado en las primarias de un partido que se define aconfesional y de izquierdas, foto que se viralizó por los grupos de WhatsApps  de la militancia socialista.  Esa foto le escuece más al PP, que se considera defensor exclusivo de los valores de los creyentes, que al propio Espadas al que le honra dar la cara como católico practicante. No, tranquilos, el nuevo líder socialista andaluz no es un ‘comecuras’ ni tiene coleta. ¡Qué peligro Juanma!

 

Esta captura de ABC, con Juan Espadas comulgando, circuló por infinidad de grupos y redes sociales. De nada le sirvió a sus detractores.

 

 

Datos de la primarias del PSOE-A el 13J
 

El candidato Juan Espadas ha ganado las primarias del PSOE de Andalucía para elegir candidato a la Junta de Andalucía con el 55,05% de los votos de la militancia andaluza, seguido de Susana Díaz que ha obtenido el 38,76% y Luis Ángel Hierro el 5,33%. Con el 99% de los votos escrutados, la participación es del 75,29% (34.102 votos emitidos). Juan Espadas ha obtenido 18.751 apoyos, Susana Díaz 13.202, y Luis Ángel Hierro 1.817.

Por provincias, los resultados provisionales son: en Almería, Juan Espadas ha obtenido el 40,72% de los votos, Susana Díaz el 56,60% y Luis Ángel Hierro el 2,37%. En Cádiz, Juan Espadas ha logrado el 66,80% de los votos, Susana Díaz el 28,54% y el 3,81% Luis Ángel Hierro. En Córdoba, Juan Espadas ha obtenido el 44,70%, el 48,84% Susana Díaz y Luis Ángel Hierro el 5,21%. En Granada, Espadas ha alcanzado el 61,54% de los votos, Susana Díaz el 31,05% y Luis Ángel Hierro el 6,49%.
En la provincia de Huelva, Juan Espadas ha obtenido el 55,21% de los votos, el 39,81% Susana Díaz y el 4,10% Luis Ángel Hierro. En Jaén, Juan Espadas ha logrado el 66,85% de los votos, Susana Díaz el 18,87% y Luis Ángel Hierro el 13,32%. En Málaga, Juan Espadas ha obtenido el 46,38% de los votos, el 48,50% Susana Díaz y el 4,30% Luis Ángel Hierro. Y por último, en la provincia de Sevilla, Juan Espadas ha logrado el 54,53%, el 41,35% Susana Díaz y Luis Ángel Hierro el 3,27%.

(Fuente Psoe-A)