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La huella de la mariposa murciana

El aleteo de la mariposa murciana ha demostrado no solo que el Gobierno no es estable, sino que, ni tan siquiera, es inestable.

 

La descarrilada moción de censura de PSOE-C’s contra el presidente de Murcia ha sido como esa mariposa que, aleteando en un sitio, deja huellas en otros pagos o situaciones imprevistos. Las más visibles, de momento, han sido la convocatoria de elecciones anticipadas en la CA de Madrid, así como la anunciada salida del Gobierno del vicepresidente Pablo Iglesias, para presentarse a esos comicios como cabeza de lista por UP. 

Con ello, Iglesias ha anticipado el final del experimento “coaligatorio” sanchistapodemita. Como aquél seguirá, durante un mes, abusando de su plataforma como vicepresidente del Gobierno para promocionar su candidatura, la bronca diaria por cualquier motivo, incluso con tintes guerracivilistas, está asegurada. Así que, primero, Iglesias hará sus aguas menores sobre el Gobierno, desde dentro. Y, tras su programada salida del Gobierno, desde fuera volcará también sus aguas mayores, que serán reforzadas por las de sus acólitos que seguirán dentro del Gobierno. Qué peste. Y, aunque España es un país de maravillas, tan indeseable pelotera ―que pagaremos todos―, no podrá alargarse mucho. Me temo que el Gobierno estallará tras las elecciones del 4-M, cualquiera que sea su resultado. Será la apoteosis del efecto de la mariposa murciana.  

En fin, cuando muchos ya habían enterrado al bipartidismo, hete aquí que la política española parece intentar el retorno a aquella situación. Los dos partidos, C´s y P’s, que en la década anterior eran esperanzadamente vistos como “emergentes” que venían a desbaratar el “contubernio bipartidista”, ahora están en el alero. C’s es objeto de acelerada descapitalización tanto en cuadros, como en militantes y en presuntos votantes. Y P’s, tras los fracasos electorales en varias Comunidades y, con su esclerotizado mensaje comunista, sufre un acelerado proceso de aluminosis. 

Las elecciones del 4-M en Madrid van a ser clave. Serán interpretadas como primarias de unas generales al alcance de la mano. Tanto C’s como P’s, como cuerpos vivos, se resisten a su declive y tratarán de atajar la hecatombe, con una estrategia de mera subsistencia. Porque una u otra, o ambas formaciones, podrían no alcanzar el 5% quedando así fuera de la Asamblea de la capital de las Españas. De ahí ese echar toda la carne en el asador, con Edmundo Bal (C´s) e Iglesias (UP) como cabezas de lista de sus respectivas formaciones. Si bien, ese intento supremo de movilización electoralista, especialmente en el caso de Iglesias con la izquierda, muy posiblemente traiga una grandiosa movilización de votos a favor de la derecha, que solidifique a la lozana Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol.  

El aleteo de la mariposa murciana ha demostrado no solo que el Gobierno no es estable, sino que, ni tan siquiera, es inestable. Lo ha afincado, como sistema dinámico, en la teoría del caos. Aun conociendo las condiciones iniciales de su formación, resulta arriesgado predecir el futuro de su gobernanza. También el determinismo de Laplace aquí hace aguas.