Lo primero es antes
Los fracasos del magistrado a quien se ha encomendado la confección de las ordenes de detención va de susto en susto y de sobresalto en sobresalto como la ratita presumida.
Sentencia contundente emitida por Venancio Sacristán, metalúrgico, filosofo y miembro de la Escuela Pragmática de Chichón. Lógica aristotélica nunca desmentida por los hechos ni por las matemáticas. Padre, todo hay que decirlo, del actor José Sacristán.
Esta semana pasada hemos conocido que la Cámara del Consejo, un tribunal belga, rechazó en un auto escrito en flamenco (para más inri) la entrega a España del exconseller de la Generalitat catalana, Lluis Puig, reclamado mediante euro orden por un magistrado de la sala segunda del TS que lo acusa de malversación en el caso 1-O. “La Fiscalía de Bruselas puede confirmar que la Cámara del Consejo ha rechazado la ejecución de la orden de arresto europea considerando que la autoridad española que ha emitido ese mandato no era competente para hacerlo”- (en negrita por quien suscribe esta columna).
Un nuevo varapalo al TS por los tribunales de Justicia de distintos países de la UE. Un motivo más para revisar a fondo qué ocurre con los magistrados que son cooptados por otros magistrados, a su vez cooptados por vias amicales o de favores asociativos nunca publicados, pero siempre constatados a posteriori. Los abogados españoles que defienden al señor Puig et alia en su misma situación, con Gonzalo Boye en la clave de arco, vienen defendiendo que los imputados en la llamada causa del procés, fueron juzgados soslayando la competencia del juez natural que es norma universal en los sistemas de justicia de la UE. Los fiscales y magistrados del TS elaboraron una filigran jurídica para recabar la competencia y proceder al juicio.
Los fracasos que el magistrado a quien la sala segunda ha encomendado la confección de las ordenes de detención europeas va de susto en susto y de sobresalto en sobresalto como la ratita presumida. Lo malo es que sus fracasos desprestigian al TS. Y no solo lo desprestigian, sino que hacen dudar razonablemente de su capacidad técnica de estudio, conocimiento de la legislación común de la UE y de la jurisprudencia de sus tribunales.
La petulante actitud de jueces de las altas instancias jurisdiccionales, de fiscales y de la prensa adicta a los diputados ignorantes que cerraron filas en aquellas memorables semanas contra los tres magistrados alemanes que se negaron a detener y entregar al famoso huido convertido en eurodiputado, hizo bueno el dicho de Juan Mairena de aquellos españoles de casinillo caciquil que desprecian cuanto ignoran.
Ahora que se pretende renovar el Consejo General del Poder Judicial podria ser el momento para resucitar las oposiciones a magistrados de sala del TS, exigiendo no solo conocer el derecho español, sino el europeo al dedillo, su jurisprudencia, leer en inglés y francés, dominar el castellano culto y vulgar, el catalá, el euskera y el gallego sin necesitar traductores en las vistas orales, ya que la inmediatez de la comprensión aclara el juicio. Y, claro, veinte años mínimo de juzgados, de ejerccio de la abogacia, de cátedra no ocupada a dedo o en sociedad con el tribunal de la oposición. No solo su majestad don Felipe VI está donde está por ser hijo de quien no está debiendo estar. Magistrados y fiscales hay que están donde están porque estaban donde no estaban los que debían estar. No se si me explico.