The news is by your side.

Mi bandera

Siento un poco de nostalgia y un mucho de pena, porque aquellos que nunca te han querido, ahora se quieren vestir con tus colores, más bien disfrazarse.

Hoy te puesto una vez más al empezar este 28 de febrero en la linde de mi casa con la calle. De nuevo para decirle a los andaluces: ! Qué orgullo ser de esta tierra!. !Qué orgullo de nuestra historia!. !Que orgullo de todo lo que hemos ido luchando durante los últimos 40 años!.

 

Tú y yo siempre hemos estado juntos, Recordándonos mutuamente los hitos que hemos alcanzado, las dificultades que hemos sorteado, y cómo ha merecido la pena algunos sinsabores a cambio de grandes satisfacciones.

 

Empezamos, ¿recuerdas? en aquellos años 80, cuando parecía imposible que lo que teníamos en los corazones lo lleváramos a la realidad. Algunos decían “éste no es vuestro referéndum” . Otros gritábamos: “Pues claro que es nuestro referéndum!”. aquel día, aquel emocionante día marcamos un nuevo rumbo. Y no solamente de los andaluces, marcamos el camino para toda España. Porque Andalucía no solo ha sido para así, sino para España y la humanidad.

 

¿Te acuerdas de aquella pelea que hubo en nuestra comunidad de vecinos, porque un capitán del ejército le recriminaba a un sargento de la guardia civil, que votar en la asamblea a favor de poner una bandera en la fachada del bloque era “antilegal”?…

 

Tú y yo nos hemos sido fieles durante tantos años. Nos hemos dado ánimos, tú desde el viento, siempre tan elegante, siempre tan orgullosa, siempre tan cálida. Y yo, cada vez que te miraba, cogía más fuerzas para seguir adelante en los retos que teníamos, en las tareas que nos llevaban a ser cada vez más andaluces, cada vez más nosotros mismos.

 

¿Te acuerdas cuando me acompañaste a la gran manifestación contra la guerra de Irak?. Es más, ¿te acuerdas cuando naciste?. Cuando fui a comprarte a una tienda de Sevilla, donde se despachaban metros y metros al día para otros tantos andaluces que estábamos descubriendo nuestro andalucismo interior, que lo teníamos innato, pero que no había alcanzado la pubertad. Y lo rápido que se casé con un palo de fregona…! qué buena pareja habéis hecho!.

 

Y hoy, entrañable bandera, siento un poco de nostalgia y un mucho de pena, porque aquellos que nunca te han querido, ahora se quieren vestir con tus colores, más bien disfrazarse, para que parezca que no son lo que son. Para que no se note demasiado que, poco a poco, tienen que ir desmontando los muchos logros conseguidos. Tienen que ir quitando las políticas públicas para entregárselas al negocio privado. No saben de colores, ni de sentimientos, ni de solidaridad, ni de feminismo, ni de respeto al medio ambiente,… sí , los mismos que querían hasta ayer hacer una carretera por dentro de Doñana!.

 

Son esos, no lo olvides.

 

Pero seguiremos estando con las pocas fuerzas que aún nos quedan, vigilantes. Y tú me seguirás acompañando. Y cuando esta noche te recoja, con tu palo de fregona al que arropas, volveré a ponerte en el desván, en ese lugar preeminente, de donde sabes que volverás a salir al menos dos veces al año, por diciembre y por febrero, y siempre que haga falta, a defender conmigo lo que conquistamos con nuestro esfuerzo, y algunos con su propia sangre, para que los andaluces volvamos a ser lo que siempre hemos querido ser…

 

!gracias!, bandera mía