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…y si no, chirrín chirrán

Benito Fdez 2
Benito Fernández

El documento de seis puntos que Albert Rivera le ha presentado al PP para condicionar el apoyo de Ciudadanos a la investidura de Mariano Rajoy me ha evocado una canción que el cubano Carlos Puebla y los Tradicionales incluyeron en su disco “Hasta siempre” que hizo furor entre la progresía española de los años setenta del pasado siglo. No sé si se acordarán. Se titulaba “Los cinco puntos de la dignidad” y en sus primeras estrofas decía: “No somos intransigentes ni nos negamos a hablar, pero aceptan nuestros puntos o no hay nada que tratar. Cinco puntos, cinco son. Ni uno menos ni uno mas. Si quieren me los aceptan o si no, chirrín chirrán. Y tienen que ser los cinco lo que deben de aceptar con todas las garantías y si no, chirrín chirrán…” En realidad el documento en cuestión de Ciudadanos, como la mayoría de ustedes ya conoce, tiene seis puntos pero bien podía haberse quedado en cinco porque el primero y el cuarto, relativos a los implicados en delitos de corrupción política y a su indulto, bien podrian haberse resumido en uno solo.

Me da la impresión de que a los populares no le queda más remedio que tragar carros y carretas y comulgar con las ruedas de molino que les propone Ciudadanos si no quieren que este teresiano vivo sin vivir en mi que está sufriendo Rajoy desde el pasado 26 de junio se prolongue hasta mediados de septiembre. Así que, aunque algunos pongan ciertas pegas y propongan matices al documento en cuestión no les va a quedar otra alternativa que aceptarlo y rezar para que e PNV o algún sector de los socialistas caiga preso de una epidemia de diarrea estival, tan común por estas fechas por la ensaladilla rusa, las ostras o los percebes, y queden exentos de acudir al Congreso de los Diputados en la segunda sesión de investidura de Mariano Rajoy. En cuanto a las garantías del cumplimiento de los puntos acordados y al “tempo” de su aplicación, ya veremos en qué queda la cosa si Rajoy consigue investirse como presidente del Gobierno.

 La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz será quien finalmente obligará a algunos de sus diputados a abstenerse para permitir que Rajoy pueda formar Gobierno. 

Tengo un contertulio de ágapes mensuales, Fernando, perteneciente al colectivo “Ágora Hispalensis” que, desde que se celebraron las primeras elecciones generales, allá por diciembre de 2015, está convencido que será Susana Díaz quien desbloquée el laberinto electoral en el que nos hemos metido los españoles. Afirma que la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz será quien finalmente obligará a algunos de sus diputados a abstenerse para permitir que Rajoy pueda formar Gobierno. Si he de ser sincero, la mayoría de los contertulios, y yo entre ellos, nos tomamos a cachondeo esa teoría y hay quien, incluso, se burla a menudo de la “bola de cristal” que dicen que Fernando suele consultar para sus predicciones políticas.

Espero que todos nos equivoquemos y que, al final, lleve razón Fernando. Porque sería esa una de las cada vez más escasas posibilidades que nos quedan para evitar que alguien haga lo del chirrín chirrán y tengamosque acudir a una nueva cita con las urnas en plenas fiestas navideñas bajo la resaca del champán, los langostinos, los mantecados y el pavo relleno de la Nochebuena. Habría que recordar que los cinco puntos de la dignidad que cantaba Carlos Puebla no los aceptaron los americanos y el chirrín chirrán lo ha venido sufriendo el pueblo cubano durante los últimos cincuenta años con el bloqueo yanqui. El que avisa no es traidor.

El domingo vuelvo a Sevilla y, seguramente el lunes acudiré a ver la procesión de la Virgen de los Reyes que, como casi todos ustedes saben es, junto al Corpus, el escaparate que cada año reúne más tontos por metro cuadrado de la ciudad. 

Por mi parte, sigo aislado en la campiña jiennense atento, eso sí, a la de cal y arena que nos dan cada noche nuestros representantes deportivos en Rio de Janeiro. Tras el momentáneo fracaso de la llamada ÑBA de Pau Gasol y de la mayoría de nuestros tenistas, solo nos queda el gran Rafa Nadal y Mireia Belmonte para purgar nuestras penas (del Sevilla y la Supercopa más vale no hablar). El domingo vuelvo a Sevilla y, seguramente el lunes acudiré a ver la procesión de la Virgen de los Reyes que, como casi todos ustedes saben es, junto al Corpus, el escaparate que cada año reúne más tontos por metro cuadrado de la ciudad. Esta vez no podré comprar los calentitos en el Postigo ni tomarme un café en El Horno de San Buenaventura, pero estaremos atentos a ver como acoje el público al alcalde Espadas y al líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido. Los abucheos y los aplausos de la calle son siempre sintomáticos de lo que va a ocurrir en el futuro. Ya les contaré-