No parece un buen momento para olvidar la malversación

Una investigación de la Oficina Central contra la Corrupción de la Policía Federal Belga que comenzó en julio, dirigida por el juez de instrucción Michel Claise, especialista en cuestiones financieras, corrupción y blanqueo de capitales que ha llevado a cabo investigaciones importantes en el mundo de la banca, la política y el fútbol, permitió a la fiscalía federal belga ayer viernes informar de que había ordenado una quincena de registros contra funcionarios relacionados con el Parlamento Europeo, sospechosos de corrupción en beneficio de un estado del Golfo (al parecer Qatar).

Esas personas fueron detenidas para ser interrogadas y, en su caso, acusadas: Eva Kaili, de 44 años, vicepresidenta griega de la asamblea, miembro del grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), Pier Antonio Panzeri, de 67 años, ex eurodiputado italiano S&D y presidente de la ONG Fight Impunity, así como Luca Visentini, secretario general de la Confederación Sindical Internacional. Francesco Giorgi, ex asistente parlamentario de Panzeri y compañero de Kaili fue detenido. También  fue interrogado un  asistente parlamentario del Grupo Popular Europeo (PPE, conservador). 

Se trata de “presuntos hechos de organización criminal, corrupción y blanqueo de capitales que hacen sospechar que  un país del Golfo influye en las decisiones económicas y políticas del Parlamento Europeo, mediante el pago de sumas de dinero y grandes regalos a terceros con una posición política estratégica significativa en el Parlamento Europeo”. Los registros han llevado a confiscar 600.000 euros en efectivo, además de equipos informáticos y teléfonos móviles. La policía belga detuvo a la vicepresidenta Kaili en flagrante delito, situación que  no le permitió invocar su inmunidad parlamentaria. La prensa belga informa que en ese momento, los funcionarios policiales encontraron bolsas de dinero en efectivo en su casa. Círculos  parlamentarios recordaron lo ocurrido durante la votación, el 24 de noviembre pasado en el debate, de una de una resolución discutida durante mucho tiempo. En la sesión plenaria en Estrasburgo, los eurodiputados decidieron votar un texto sobre Qatar con motivo del Mundial de Fútbol. “Al principio, los S&D votaron en contra del principio mismo de una resolución sobre el país”. Solicitaron un simple debate, a diferencia de todos los demás grupos, excepto los de extrema derecha. Al aprobarse el proyecto de resolución, “los eurodiputados de S&D suavizaron en gran medida el texto al votar en contra de las enmiendas más duras”. Rechazaron enmiendas que condenaban enérgicamente al régimen qatarí”. Votaron La mayoría del grupo en contra de una enmienda que decía  que el Parlamento Europeo “condena el incumplimiento por parte de Qatar de su principal responsabilidad de proteger los derechos humanos y los derechos de los trabajadores migrantes en su territorio durante la preparación de la Copa Mundial de la FIFA 2022 y de investigar la muerte de miles de trabajadores migrantes”. De media docena de enmiendas adicionales que pretendían endurecer el tono frente al régimen de Doha, los S&D votaron masivamente en contra, como la mayoría de los grupos de derecha y extrema derecha. 

El secretario general del PSOE debería sopesar este grave asunto al pretender modificar el tipo penal de la malversación. No parece el mejor momento.