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No son europeos blancos. Son negros. Son víctimas

La situación de Etiopía puede reproducir la Gran Hambruna de la década de 1980, cuando más de 1 millón de personas murieron de hambre

 

Etiopía tiene una población de 117 millones de personas, es el décimo país más poblado de Africa. El Tigray, una región con 6.000.000 de habitantes en el norte etíope es el teatro de una violenta guerra civil en la que combaten el primer ministro Abiy Ahmad (premio Nobel de la Paz) y su ejército gubernamental, con ayuda de varias etnias contra la Fuerzas de Defensa del Tigray (TDF).

 

Las distintas confesiones religiosas y organizaciones asistenciales, presentes en el territorio,  vienen denunciando ataques deliberados, homicidios y asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias, violencias sexuales y limpiezas étnicas, convertidas en auténticos genocidios. Naciones Unidas ya viene hablando de la comisión de crímenes contra la humanidad y posibles crímenes de guerra. Las TDF han llegado a 200 kilometros de Addis-Abeba, de la que han sido evacuadas algunas embajadas. (Durante la ocupación italiana de Etiopía al general al mando Graziani le lanzaron una bomba durante una reunión: como VENGANZA Y ESCARMIENTO permitió a sus topas que castigaran como quisiseran a la población: ALGUNASFUENTES calculan que dejaron 250.000 victimas).

 

La adquisición por parte de las fuerzas gubernamentales de drones chinos, iraníes y turcos ha permitido aumentar la eficiencia contra las milicias de los opositores. En la región del Tigray, donde hay una elevado numero de ciudadanos eritreos que han huido de las sevicias de su propio gobierno, se denuncian los saqueos y brutalidades cometidas por soldados del ejercito regular de Eritrea presentes en la región en ayuda del propio primer ministro, solicitados por él.

 

Mientras clérigos católicos en Tigray continúan pidiendo conversaciones de paz significativas y el fin de las atrocidades y el bloqueo de ayuda humanitaria, una organización internacional de refugiados advierte que los refugiados eritreos en la región norte no tienen adónde huir. Refugees International, una organización de ámbito mundial que ayuda a las personas desplazadas y apátridas, afirma en un informe publicado anteayer, 3 de marzo, que la situación humanitaria en Tigray ha supuesto el desplazamiento de no menos de 2,5 millones de personas dentro y fuera del país. “El gobierno etíope ha bloqueado prácticamente todos los envíos de alimentos y medicamentos a Tigray, utilizando los alimentos como arma de guerra”, ha informado Sarah Miller, investigadora principal de Refugees International, en el informe, “Nowhere to Run: Eritrean Refugees in Tigray”.

 

Calculan que unas 900.000 personas se encuentran en condiciones de hambruna, lo que permite advertir que la situación de Etiopía puede reproducir la Gran Hambruna de la década de 1980, cuando más de 1 millón de personas murieron de hambre. “El mundo debería continuar conmocionado por lo que está ocurriendo en Tigray: la hambruna provocada por el hombre es algo que debería indignarnos a todos, incluidas las personas de fe”, dijo Miller a Catholic News Service. “Líderes religiosos dentro de Tigray y alrededor del mundo han alzado sus voces en apoyo de aquellos que sufren como resultado del bloqueo humanitario. Deben continuar hablando tanto como puedan y compartiendo información con sus comunidades”.

 

“Tenemos informaciones que indican que la mitad de la población de Tigray morirá de hambre a finales de este año. En un sentido literal, sí: creemos que ésta es una dirección que las cosas pueden tomar si continúan como están”, manifestó un sacerdote católico. Ya a principios de 2021, dos campamentos de refugiados eritreos en Tigray fueron destruidos, supuestamente por las tropas regulares eritreas, dejando aproximadamente 20.000 refugiados eritreos desaparecidos. En enero de 2022, refugiados eritreos fueron asesinados por ataques aéreos que bombardearon sus campos. Eritrea es uno de los Estados que ha votado en contra de la resolución de condena contra la invasión de Ucrania ordenada al ejercito ruso por su presidente, Vladimir Putin, el jueves de esta misma semana. Vladimir Putin no es premio Nobel de la Paz. Sí lo es Abiy Ahmed el primer ministro de Etiopia que ha pedido la colaboracion del ejercito regular eritreo. Tolstoi, en “Guerra y Paz” (escrita en 1869) abomina de lo grandes hombres y de sus voluntades y estrategias y presumidas libertades.